Por Rolando Gallego
Les voy a poner un reto antes de hablar del documental WHAM! De Chris Smith que ya se puede ver en Netflix, que al terminar de verlo no vayan a su discoteca, cdteca, o plataforma online preferida para escuchar música a poner alguno de los temas de esta dupla que supo revolucionar la música inglesa.
Si prometen que harán eso, entonces los exhorto a ver este relato que, apoyándose en el relato de sus protagonistas, George Michael y Andrew Ridgeley, imágenes de archivo y una edición inteligente, logra transportarnos en el tiempo, 40 años atrás, cuando WHAM! irrumpía en la escena musical.
Amigos desde pequeños, sus contrastantes personalidades, permitieron consolidar una fórmula que sorprendió en 1982 por traer un universo melódico completamente ajeno a la tradición británica, con el rock en su adn y con una reciente marca importante del punk.
Rechazados por la prensa especializada, asediados por la prensa sensacionalista, pero con la convicción que desde su amistad todo permitiría expandir su llegada, hay en WHAM!, película, un fuerte factor nostálgico que refuerza cada una de las ideas que lo componen.
Además de un exhaustivo recorrido por los breves cuatro años que duró el ensamble, permite reflexionar sobre la sangrienta y trituradora máquina capitalista musical, que supo aprovecharse de la inocencia de la dupla para cosechar y llenarse de dinero, mientras los jóvenes regresaban a vivir con sus padres sin dinero en los bolsillos.
De la explosión musical a la necesidad de Michael de explorar sus propios espacios, WHAM! es una experiencia cinematográfica y musical potente, de la que el espectador saldrá transformado revisando una de las bandas más recordadas de todos los tiempos que siguió regalando alegría y diversión aun pasándola mal.
