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Por Rolando Gallego

Tras pasar por varios festivales llega el estreno de Camuflaje, la nueva película de Jonathan Perel que será acompañada por una retrospectiva de su obra, ocho películas, en la Sala Leopoldo Lugones (CABA). Con él hablamos para saber más detalles de la propuesta.

-¿Cómo te sentís con el estreno de camuflaje, que anduvo recorriendo muchos festivales y logrando premios, y la retrospectiva de tu obra?

-En principio muy contento porque no es tan fácil estrenar una película en Argentina. De hecho, mi primera película tuvo así un estreno  en salas, el jueves a la noche, como corresponde, con críticas en los diarios y todo. Pero el resto de mis películas no se estrenaron de esta manera. Se dieron en festivales y museos, pero ese tipo de estreno formal no lo tuvieron y recién ahora Camuflaje, lo volverá a tener. Así que muy contento, sobre todo por eso que genera, que es como la tradición de verla el jueves y como esto que aparezcan las críticas, como que llama un poco más la atención. Y además va acompañado de una pequeña retrospectiva de todas las películas anteriores. Así que nada, muy contento. La sala está preciosa, así que una gran oportunidad.

-Una retrospectiva, generalmente se hace de “gente grande”, vos tenés una obra prolífica, pero sos muy joven. Cuando te dijeron retrospectiva, ¿sentiste algo en este sentido?

-La verdad es que no lo había pensado, pero de entrada me gustó mucho la idea, porque mis películas hacen mucho sistema entre sí, digamos. Son todas películas que hace mucho tiempo vienen tratando sobre un mismo tema y buscando siempre formas parecidas o que dialogan o asedian el mismo tema de distintas maneras. Pero hay como una continuidad de una película a la otra que me parece que está bueno verlas, así como en serie. Por ahí Camuflaje es la que más ha sorprendido, porque tiene muchos diálogos, muchos personajes. Las películas anteriores quizás no tenían eso, pero a mí me interesa mucho más en lo que se parece camuflaje a las anteriores. Por eso me gusta esta idea de que se puedan ver también las otras. Hay que tener un trabajo con el espacio, con el tiempo, que se viene construyendo a poco y que llega a Camuflaje, pero que conecta con eso que se venía haciendo las anteriores. Así que me pareció linda la propuesta porque siempre pensé que mis películas dialogan entre sí y se van construyendo como los bloquecitos de Lego que se están sumando unas a las otras.

-Hablabas justamente que en Camuflaje hay diálogos, pero también hay una figura protagónica. Generalmente en tus películas anteriores los lugares o los predios tenían como el

Protagonismo ¿Cómo fue también para vos eso de tener una figura tan fuerte como la de Félix Bruzzone para narrar?

-Creo que a Félix mismo le sorprendió porque cuando él se acercó a mí para hacer algo sobre Campo de Mayo, él pensó que la película iba a ser como las mías anteriores y que el protagonista iba a ser Campo de Mayo. Lo que pasa es que exactamente el texto de Félix y toda la historia que le escribe alrededor de este personaje que sale a correr y que se mete clandestinamente a correr por dentro del campo, la verdad que era una escena de unos personajes muy atractivos como personas de una película sobre Campo de Mayo y fueron vagando como presencia de la película. Al mismo tiempo tenía muy claro que quería a Félix corriendo y sentir el esfuerzo y como que le ponga el cuerpo a la película y que se sienta su transpiración. Y están esas tomas largas de Félix corriendo que quizás hacen más diálogo con los tiempos de mi cine anterior por decir algo. Pero después mismo los encuentros con los personajes tampoco es un documental así ni muy didáctico ni que te cuenta las historias con mucha claridad, son como fragmentos de conversaciones que uno agarra medio empezados y lo suelta antes de que terminen y donde uno ve el encuentro de Félix con esos personajes pero nada termina cerrando del todo ni de ser completamente comprensible. Esta idea de que el cine busca a un espectador que trabaje con la película y que venga a contribuir a la construcción de sesiones que estaba en películas anteriores pero que en esta también están. Una buena película pero tiene que poner un montón de uno para terminar de llenar los agujeros.

-Hablando del espectador, vos como espectador te gusta cuando te llega una propuesta así en donde tenés que estar más activo lamentablemente en el último tiempo, digo, se nos ofrece en el cine más masivo todo como fagocitado. ¿A vos te interesa esto de que el público, de ser un espectador activo vos y que tu público también esté activo?

-A ver, digamos, es el tipo de cine que yo veo, son el tipo de películas que me interesa ver, yo no veo mucho cine, digamos, comercial o clásico o industrial pero no es que, no diría que es tanto por una cuestión de gusto, es una cuestión política o política o ideológica, digamos, que tipo de espectador construyen las películas implica, bueno, a ver si la película puede activar un espectador que salga y vuelva a su vida a tratar de transformarla o transformar el mundo y vamos a ver una película que viene a contribuir a una sociedad de consumo y a una pasión al espectador y a darle entretenimiento para que vuelva a su puesto de trabajo sin quitar el lunes, bueno, ese tipo de cine implica decisiones ideológicas y políticas, no es tanto una cuestión de gusto como una cuestión de exposición frente al mundo.

-¿Y entendés el cine de esta manera? ¿Que el cine tiene que también tiene que revolucionar al espectador para que cuando vuelva y piense en la película, piense qué está pasando con él, con el tema que trata la película?

-Yo creo que, por lo menos yo, hago películas porque creo que las películas tienen algo para decir del mundo pero porque el mundo es construido por estos discursos que decimos sobre él, o sea, no existe el mundo ahí afuera del que todos acordamos cómo es. El mundo es un cruce y una lucha de discursos en el cual la película viene a ser uno de esos discursos que viene a luchar contra otros que a tratar de construir un mundo distinto. Efectivamente yo creo que hacemos películas para transformar el mundo. Si uno creyera que no puede hacer eso con el cine, yo me dedicaría a otra cosa, digamos. Yo todavía confío en que el objeto obra de arte tiene esa posibilidad de reconfigurar el mundo, mostrarlo otra manera e intentar transformarlo.

-Me hablabas esto que esta película después de la primera es como la que vuelve, va a tener un estreno el jueves, va a estar la crítica. ¿Qué pasa cuando lees discursos que dispara la película?

-Mira, cuando uno hace un cine que tiene como mucha pluralidad, mucha apertura de sentido y que exige al espectador cierto trabajo de completar ese sentido, uno tiene que estar abierto a saber que va a haber interpretaciones de la película que le gusten y con las que se sienta cómodo y otras que quizás no le gusten o sean inesperadas por lo menos si no estaban planificadas. Yo no creo en una película que contiene un mensaje y que la película cree que puede trasladar ese mensaje en forma transparente al espectador. Creo más que la película es como una caja de herramientas con la que el espectador hace lo que puede y todo lo que haga va a ser válido. Y bueno, hay que asumir el riesgo de que algunas interpretaciones nos sorprenderán para bien y algunas quizás nos incomode. Yo estoy dispuesto a asumir ese riesgo en la potencia de transformar una película más incómoda y que desafíe más al espectador. Obviamente tengo colegas que no quieren ese riesgo y que quieren intentar con todos sus medios que lo que ellos quieren decir llegue lo más fiel posible al espectador y no haya el equívoco o duda. Pero bueno, ese es el otro sí, es el industrial de entretenimiento que pretende asegurar ese mensaje. A mí eso no me interesa, asumo el riesgo y veremos qué pasa y habrá que bancar todas las interpretaciones que salgan.

-Vas a estrenar esta película, pero ¿estás trabajando en algún nuevo proyecto?

-Estoy trabajando en una película que, digamos que es sobre el Río de la Plata, digamos, sobre los vuelos de la muerte, sobre el río como tumba y todo lo que hay alrededor del río y la dificultad de esos cuerpos que no están y que no tienen su cultura. Que ya lo había tocado en dos cortos, había hecho un corto sobre el río que también se habla en el guion sobre los aviones de los vuelos de la muerte. Pero bueno, ahora lo estoy transformando eso en una película larga, navegando por los aguas.

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