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Por Marcelo Cafferata

ALGUIEN QUE CUIDE DE MI” es  por sobre todo, la historia de tres mujeres, las tres reconocidas actrices que vertebran la historia a través de ese vínculo abuela-madre-hija (centrándose sobre todo en estos dos últimos) en donde las directoras Daniela Fajardo y Elvira Lindo pueden hablar de la línea familiar de mujeres con ese amor filiar que no logra fluir armónicamente.

Hay apuntes de comedia, de un cine que le da guiños al propio cine y al teatro (la película inicia en la ceremonia de los Goya donde Nora al ganar el premio se lo dedica a su abuela y a su madre) y sobre todo hay muchas pinceladas de melodrama que también como forman parte de la complicidad del cine y las historias de mujeres que se nutren del drama y el realismo emocional.

La diferencias entre Nora (Aura Garrido) y su madre (brillante Emma Suárez tal como nos tiene acostumbrados) incluyen un vínculo distante, algunos secretos que se irán develando a lo largo de la película, rivalidades y enojos internos –Nora acaba de obtener el papel principal de “La Gaviota” de Chéjov que se lo ofrece su padrastro, hoy completamente distanciado de su madre-  y la imposibilidad de generar ese acercamiento que le cuesta a las dos: como si fuesen a destiempo, desincronizadas, como no pudiendo encontrarse por más que lo intenten, siempre con las mejores intenciones. Esa es la gran diferencia que se plantea con la relación entre Nora y su abuela (Lilith, a cargo de Magüi Mira), con la que tiene un vínculo más amoroso y más sano, en donde la posibilidad de diálogo, fluye naturalmente aunque aparece por momento como “la tercera en discordia” dado que Lilith con su propia hija tampoco ha logrado una relación afectuosa y transparente.

En este camino en la recomposición de su vínculo, Nora irá descubriendo cosas del pasado de su madre que nunca salieron a la luz, esgrimiendo sus propias razones. De esta forma, Nora reconstruye la figura de su madre a través de su pasado, su dolor, sus puntos más vulnerables, incluso a través de una enfermedad que ella se encargó de ocultar, siempre a través de la mirada de los otros y de un “afuera” que le devuelve una Cecilia muy diferente a la que ella tiene internalizada.

La trama se mueve entre la historia personal y la historia profesional, entre la vida íntima y el teatro, entre las personas y los personajes, por lo cual “ALGUIEN QUE CUIDE DE MI” no pierde nunca de vista la posibilidad de rendir homenaje a las actrices de estas tres generaciones (hoy representadas por Aura Garrido, Emma Suárez y Magüi Mirra) que han quizás dejado de lado algunos momentos de vivencias familiares para poder ocuparse de una profesión exigente y compleja, para llegar a triunfar en un mundo donde lograr el reconocimiento no es tarea fácil.

Es importante la mirada que plasman ambas directoras dentro de esta historia de mujeres, de este universo femenino en donde se trabajarán temas tan importantes como el perdón, la sororidad, la comprensión y la aceptación de lo que fue y de lo que está por venir.

Y en el equipo de secundarios podemos mencionar a Francesc Garrido (como el padrastro de Nora y ex pareja de Cecilia) y una destacada composición de Pedro Mari Sánchez en un personaje que va a ser crucial para ese rompecabezas que esta hija pretende armar sobre su madre y que despliega mucha ternura y una mirada piadosa sobre los hechos del pasado, que permite el cambio que está viviendo Nora, siga fluyendo.

Grandes actuaciones de Emma Suárez y Aura Garrido, con algunos contrapuntos muy interesantes y aunque el guion pretende abarcar demasiados temas y que muchas veces cae en el lugar común, el oficio de las directoras y el talento de las actrices hace que “ALGUIEN QUE CUIDE DE MI” sea una comedia dramática que llega a buen puerto.

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