Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Rolando Gallego

Por más de un motivo, el estreno en Cine.ar/play de esta serie de ocho capítulos de algo menos de media hora cada uno, es un evento ideal para cinéfilos y amantes de la televisión porque no solo recorre los éxitos de un ícono de la televisión argentina como fue Alberto Migré a la vanguardia de una dramaturgia diferente dentro del género, sino que además lo hace de una forma inteligente y creativa, jugando hábilmente con los límites entre ficción y documental que, cuando está bien trabajado, es un recurso sumamente atractivo. “MIRÁNDOTE” se convierte entonces en un delicioso recorrido por las novelas de los ’70 que además de construirse a modo de homenaje y de testimonio de la época, dialoga permanentemente con la actualidad.

El uso de la voz en off de Liliana Viola (quien es además guionista de la serie basada en su libro “Migré, el maestro de las telenovelas que revolucionó la educación sentimental de un país”) nos va introduciendo en todos los capítulos, presentando a los personajes e informándonos de todos los pormenores que los identifican y que van enriqueciendo el relato, nutriéndolo de una construcción delicada y minuciosa.

El disparador es el de presentar la historia real de Mirta Palermo, una de las tantas fanáticas de las novelas de Migré que queda completamente ciega justo antes de que se pusiera en el aire el último capítulo de la primera temporada de “Rolando Rivas, taxista” la novela con la que literalmente se paraba el país.

A partir de esta historia real, Viola trabaja el relato en capas múltiples pero bien diferenciadas. Está la Mirta real y la Mirta de ficción (Sofía Gala Castiglione, una vez más demostrando que es una de las actrices más interesantes de su generación) que además se desdobla en la Sofía actriz que representa a ese personaje. En todo momento esta simultaneidad de planos narrativos, jamás evita remarcar (a través de los decorados, de presentar a los actores dentro y fuera de la escenografía, filmando entre las cámaras) que estamos frente a un universo de ficción… y se enriquece aún más con otra vuelta de tuerca cuando entremezcla con la ficción de hacer aquella ficción, los testimonios reales de aquellos actores / actrices / fanáticas / periodistas que fueron testigos del furor que causaban esas novelas en la televisión argentina.

Así no solamente aparecen los protagonistas de “Rolando Rivas, Taxista”, Soledad Silveyra y Claudio García Satur (con momentos de entrañable complicidad y una brillante química entre ellos) sino que también aparecerán otros grandes protagonistas de los éxitos de Migré como María del Cármen Valenzuela, Arturo Puig, Leonor Benedetto, Fernanda Mistral, Cristina Alberó, Nelly Prince o Laura Bove. Así desfilarán otros tantos éxitos de la televisión como fueron “Piel Naranja” “Pobre Diabla” “Pablo en nuestra piel” o “Dos a quererse”, pasaremos por la figura de las cazadoras de autógrafos y los primeros programas de “chimentos” hasta llegar a la historia de la villana de turno, encarnada en la icónica figura de Marta Albertini.

Bajo la dirección de Len Cole “MIRÁNDOTE” también pone en contexto (tal como lo hizo recientemente otro documental “Amor en Dictadura” de Emilia H Faur) lo revolucionarias que han sido las temáticas que Migré elige abordar en sus novelas en un marco político completamente desfavorable a temas tan sensibles.

Se evidencia, de esta forma, cómo un autor tan consagrado y popular, estaba al mismo completamente conectado y comprometido con la realidad que atravesaba el país por lo que incluyó en sus éxitos televisivos, temáticas que eran de suma actualidad en aquel momento; en “Rolando Rivas, Taxista” incluyó dentro de los personajes secundarios una historia que tenía que ver con la guerrilla y los secuestros (momento en el que aparecían las primeras noticias sobre Montoneros y el ERP) y en “Piel Naranja” incluyó un personaje central dentro del triángulo amoroso, que tanto en su propia concepción como en la del público caracterizaba el espíritu represor que dominaba la época.

A través de estos ocho capítulos se irá entremezclando la historia real de Mirta y su ceguera (actualmente se encuentra encargada de la Biblioteca Popular Parlante Sur), la reconstrucción de su historia en la ficción (Sofía Gala Castiglione compone a Mirta, y Víctor Laplace y Patricia Palmer son sus padres) y los testimonios de los personajes que fueron hacedores de esas ficciones nutriéndolos con anécdotas de filmación, el conocido apego de Migré para que los actores respetasen estrictamente la letra de sus libretos, los relatos sobre cómo se concebía un éxito en aquel momento y lo que esto implicaba para las figuras y fundamentalmente la mirada amorosa de cada uno de sus actores y actrices para quien les ha dado vida a sus mejores personajes.

Además de un pionero en una nueva concepción del género, logró tratar temas inéditos para la época no solo referidos a la política sino otros de los que no se hablaba en la televisión como el aborto, la infidelidad e inclusive la homosexualidad latente en algunos de sus personajes. Otro rasgo de lo adelantado que ha sido Migré para su época han sido los personajes femeninos protagónicos que ganaron un rol preponderante dentro de cada una de las novelas y la figura de la actriz principal dejó de ser una figura satélite girando alrededor del galán de turno sino que por el contrario tuvo peso propio y se convirtió en otro de los tantos signos que identificaron a la pluma de Migré, sumamente adelantada a la época.

Por su nutrido material documental, por el juego que realiza coqueteando con la ficción y por el sentido de homenaje que le imprime Cole al impecable texto de Liliana Viola, son varias las razones por las que vale la pena zambullirse en plenos ’70 y disfrutar de una maratón de “MIRÁNDOTE” que son de esas series que se ven gustosamente de un tirón.

Compartir en: