Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Marcelo Cafferata

¿Se puede construir el duelo de un ser querido a partir de los recuerdos que han quedado? ¿De las voces, de las fotos, de los objetos? ¿De cada detalle que va apareciendo al desarmar la casa que habitaba? “EL POLVO”, el nuevo trabajo de Nicolás Torchinsky va dando respuesta a  través de todos los pequeños detalles que aparecen en una casa, cuando los familiares que vamos escuchando pero cuyos rostros no vemos, van acomodando y al mismo tiempo vaciando ese lugar. ¿Quiénes van a venir a vivir acá? se preguntan: es como una manera de ir despidiendo a quien ya no está, de ir recorriendo este duelo a través de tarjetas, fotos, objetos personales que van rearmando el rompecabezas de una ausencia.

Revolviendo entre los objetos personales, nos enteramos que una mujer trans,  July (Julio) Regina Romero, ha fallecido recientemente. En las charlas familiares mientras van deshaciendo la casa, aparecen diversas historias vinculadas con July / Julio, con esta dicotomía de ser nombrada de cualquiera de las dos maneras, como forma de mostrar la resistencia que sigue apareciendo, aunque en forma subyacente, en el seno familiar.

La figura de July se reconstruye a través de algunos videos que rescatan sus actuaciones, hay por allá anillado, un texto de Copi, hay algunos mensajes que habían quedado guardados en el contestador y una infinidad de objetos que la cámara de Torchinsky recorre abundando en los detalles, en un diálogo que la cámara entabla rápidamente con todo lo que va encontrando a su paso.

De esta forma hay todo tipo de estímulos (también podemos incluir unos textos poéticos leídos por Mosquito Sancineto) para ir llegando a la figura de July desde diferentes abordajes que incluyen también un cuaderno y “papelitos” en donde iba escribiendo sus sueños, sus deseos, sus proyectos que quedan testimoniados en la voz de quienes ahora van recorriendo sus objetos personales.

En esta reconstrucción de la figura de July, nos enteramos de su amor por Brasil (aparece la música carioca mezclada con escritos y poesías), algunos de sus romances e inclusive de algunos problemas con la ley que la llevaron a estar detenida en la cárcel, de donde surge una anécdota sobre cómo lo conoció a Lula (¡!).

Mientras la familia “revuelve” esas cajas de mudanza hasta tienen espacio para el humor y para pensar que todo eso que dejó estaba ordenado como si July se fuese en cualquier momento de viaje, por lo que está presente en cada recuerdo y cada objeto que aparece en esta mudanza.

Torchinsky logra construir de esta manera un documental diferente, escapando de las convenciones propias del género, poniendo el acento en cada uno de los hallazgos y no tanto en los rostros o la identidad de los personajes, siendo ellos el medio, sólo el puente para que sigamos conociendo a July aun cuando ya no está. Su presencia parece por momentos casi fantasmal, pero se siente y se  percibe que está presente en cada uno de los hallazgos, como si se buscara entre los escombros de lo que dejó, para seguir entendiendo algunos fragmentos de su vida que quedaron suspendidos con preguntas sin resolver.

EL POLVO” es una de las gratas sorpresa que aparecen en cada festival, narrada con simpleza pero con una gran sensibilidad para poder transitar el duelo y la despedida narrado desde otro punto de vista.

Compartir en: