Por Marcelo Cafferata
Lucía Puenzo tanto en sus trabajos como cineasta (“Wakolda” “El niño Pez” “XXY”) y en su universo literario (“Los invisibles” “La maldición de Jacinta Pichimahuida” “La furia de la Langosta”) ama construir personajes que escapen de los cánones narrativos convencionales. Lo que les sucede a las/los protagonistas de sus novelas y sus películas tiene siempre algo de extraordinario, de imprevisible, como si las historias se desarrollasen en mundos paralelos, completamente por fuera de todo lo habitual.
“LOS IMPACTADOS” no es la excepción y lleva indiscutiblemente su marca como autora. En este caso, la protagonista ha sido atravesada literalmente por un rayo: Ada es una joven veterinaria que en el momento de asistir al parto de una vaca, en pleno campo abierto en una tarde de tormenta, es impactada por la descarga de un rayo.
Cuando despierta, su vida cambia para siempre. No solamente por las marcas que el evento deja en su propio cuerpo, como trazando una geografía diferente y dejando los surcos de ese acontecimiento en su propia piel, sino por la urgente necesidad de ponerse en contacto con personas que hayan atravesado esta situación. Así es como encuentra a un grupo de sobrevivientes liderados por Juan, a los que se une para poder develar juntos, algunas preguntas que surgen sobre el azar, la naturaleza y la razón por la cual han tenido que atravesar esa experiencia.
Puenzo sabe trazar las contradicciones y las necesidades de un personaje femenino fuerte que sale a la búsqueda de una nueva identidad. Juega con esa mezcla de géneros que caracteriza a su cine para que una vez más, un trabajo como “LOS IMPACTADOS” no resista una clasificación estricta de géneros o temáticas, facilitando las múltiples lecturas con un guion abierto a diferentes interpretaciones. En este caso, como sucedía con más potencia en “XXY” –y en otra medida en “Wakolda”- las marcas en los cuerpos y las huellas trazadas en la propia carne (en este caso por la descarga eléctrica con consecuencias imborrables) son el móvil para que Ada emprenda un viaje introspectivo ante su necesidad de buscar respuestas, aliviar su angustia y encontrar el camino hacia su sanación.
La conexión con otros sobrevivientes y su vínculo con el médico que lleva adelante ese grupo de apoyo –además de ser testimonio con su propia historia en la que ha sufrido más de un impacto- permiten que Puenzo trabaje, desde otro punto de vista, con algunos temas siempre presentes en su filmografía.
La construcción de la identidad, la tolerancia a lo diferente, la posibilidad de sobreponerse a una situación traumática, y sobre todo la búsqueda de la propia libertad interior van atravesando la narrativa de una historia que privilegia el mundo interno de Ada y los cambios sorpresivos frente a acontecimientos inesperados que además tienen implicancias sobre lo desconocido y lo inexplicable.
Puenzo una vez más se destaca en la dirección de actores logrando un gran trabajo de Mariana Di Girolamo (“Ema” de Pablo Larraín “La Verónica”), como Ada que logra el tono preciso de este protagónico que la encuentra entre la angustia y el miedo, y la incertidumbre de lo que vendrá. Germán Palacios muestra siempre su solidez en pantalla componiendo a Juan, el médico que coordina el grupo y el elenco secundario se completa con las participaciones de Guillermo Pfening, Moro Anghileri y Osmar Núñez.
Presentada en múltiples festivales en los que ya ha comenzado un interesante trayecto –San Sebastián, Rio de Janeiro, Biarritz-, “LOS IMPACTADOS” vuelve a destacar la audacia con la que Puenzo encara universos diferentes e inusuales que despliega en pantalla y logra encontrar, tal como ella misma define, cierta poesía en la electricidad de ese rayo que aparece de la nada y que cambia la vida para siempre.
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