Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Marcelo Cafferata

No es novedad que la literatura, el cine o el teatro se hayan abocado a un tema tan complejo como es el del exilio. Dejar la tierra de uno, abandonar las raíces, empezar a tejer una nueva historia en una ciudad completamente ajena llevando consigo el dolor del destierro y la pérdida de la identidad, ha sido el disparador de múltiples formatos artísticos.

Pero en este caso, “ALICIA POR EL MOMENTO“ tiene la capacidad de generar un texto que no escapa ni a la reflexión ni al dolor ni a la rigurosidad que implica involucrarse con esta temática, pero al mismo tiempo intenta formular su planteo desde una dramaturgia novedosa, sumamente lúdica y que invita a recorrerla con mucho humor.

Alicia es el fiel reflejo de una vida completamente vivida en el exilio con todo lo que eso implica: no tener amigos, cambiar de colegio permanentemente, sentir que no existe un grupo de pertenencia al cual adherirse y con su familia escapando del sangriento Chile de Pinochet para refugiarse en otra geografía donde desconocen el idioma, la cultura y las costumbres. Así, ella va creciendo en medio de la incertidumbre de una identidad parcializada y construida, en parte, por varios personajes que va encontrando en su camino.

El texto de Sylvain Levey es realmente hermoso y logra transmitir todas las sensaciones propias de este viaje interior de Alicia en sus distintas etapas: de niña a adolescente, de adolescente a joven y luego avanzar a su mundo adulto, sin caer en ningún dramatismo porque se nutre de un brillante sentido del humor que, además,  encuentra en la directora Maruja Bustamante una aliada perfecta para que la obra sea un verdadero juego.

Con elementos de clown, de comedia del arte, con algo de circo, máscaras y canciones, la puesta en escena a través de la multiplicación de diferentes personajes, genera distintos espacios en el propio escenario, abordando desde el humor, la risa y la ironía un tema tan complejo y difícil como el que despliega Levey en su dramaturgia, que justamente Bustamante resignifica y le brinda una nueva mirada a esa angustia y esa melancolía que atraviesa estos personajes fragmentados en pleno exilio.

Con un equipo  entregado a un puesta tan diferente como exigente, la presencia de Manu Fanego, Pablo Fusco, Julián Lucero y Tincho Lups es de vital importancia para que la dualidad presentada entre la hostilidad que vive Alicia en esos nuevos territorios y la mirada esperanzadora que se impone, pueda zanjarse a través del humor y de la sensibilidad que aparece en los diversos personajes que componen cada uno de ellos con una plasticidad y una ductilidad impactante.

ALICIA POR EL MOMENTO“ permite que Victoria Almeida despliegue todo su potencial: desde su dulce decir de cada uno de los textos, hasta brillar con las canciones y las pequeñas coreografías que propone la obra, pasando por los toques que le imprime a su Alicia en cada uno de los momentos que nos llevan desde una niña hasta su vida adulta, donde Almeida demuestra su versatilidad y una gran conexión con sus cuatro compañeros de ruta, conformando un equipo imbatible y de excelencia.

No hay duda que Maruja Bustamante es la directora indicada para llevar a cabo una puesta tan comprometida pero al mismo tiempo tan libre y desestructurada como ésta, que le permite abrirse a diferentes registros, a la comicidad y a momentos disparatados sin que de ninguna manera desentonen con la totalidad de la propuesta ni empañen la dramaturgia y el compromiso del texto.

De esas pequeñas obras que nos movilizan, “ALICIA POR EL MOMENTO” conmueve profundamente y en esos momentos en que nos embarga la melancolía y la angustia de identificarnos con Alicia, una sonrisa reflexiva nos rescata para seguir honrando el sentido de nuestra libertad, por sobre todas las cosas.

“ALICIA POR EL MOMENTO”

Dramaturgia: Sylvain Levey

Dirección: Maruja Bustamente

Con Victoria Almeida, Manu Fanego, Pablo Fusco, Julián Lucero, Tincho Lups

TIMBRE 4 – México 3554 – Lunes 21 horas.

Compartir en: