Por Rolando Gallego
Hoy estrena en los cines Los Bilbao, nueva película de Pedro Speroni, director de Rancho y que refleja la lucha de una familia para seguir adelante con su vida a pesar de los obstáculos. Con él hablamos para saber detalles de la propuesta.
-¿Cuándo supiste que querías hacer una película sobre Ivan Bilbao?
-A Iván lo conocí en la cárcel cuando hice mi película anterior Rancho. Él fue quien me recibió en el pabellón y de a poco fuimos generando un vínculo muy cercano. Hubo un momento allí que me marco mí estadía: una pelea muy fuerte entre Iván y otro muchacho. Yo había quedado en el medio con cierto temor, en ese momento Iván me ve, me abraza, me lleva a una celda para protegerme y vuelve a pelear. Ese gesto conmovió muchísimo, que se acordara de mí en un momento tan particular y con todo lo que implica una pelea en la cárcel marcó mi estadía allí. Y fue entonces cuando decidí filmar Rancho. Luego cuando quedo en libertad lo fui a visitar a su pueblo y me recibió muy bien. El vínculo y la intimidad continuo creciendo, no solo con el sino también con su familia. Y es ahí donde le propuse hacer una película sobre su historia en libertad.
-¿Cuándo decidiste que iba a ser sobre los Bilbao y no él solo?
-Al comienzo la película iba a ser sobre la vida de Iván en libertad pero a medida que fui conociendo a su familia y empecé a descubrir el amor que había entre ellos y como Yamila y Luz -su hija- eran muy importantes en la dinámica de esta familia y decidi que la película sea de Los Bilbao.
-¿Cómo eran las jornadas de rodaje?
-Las jornadas eran muy intensas y al mismo tiempo muy conmovedoras ya que tanto Ivan como su familia me dieron toda la confianza para poder convivir con ellos durante varios meses. Y esa confianza que ellos me daban para ser uno más en esa familia me emocionaba mucho. Entonces tenía la intensidad de estar filmando durante varios meses y al mismo tiempo lo increíble de un vínculo muy cercano con ellos que cada día crecía más.
-¿Qué cosas acordaron que no se mostrarían en pantalla?
-Ellos me dieron toda la confianza para poder filmar sus vidas y a partir de ahí yo quería ser lo más fiel a esa confianza y a ese vínculo que generamos. Eso era para mí lo más importante, no defraudar su confianza.
-¿Vieron la película ellos? ¿Qué devolución te hicieron?
-Si ellos vieron la película y fue muy conmovedor. Iván es muy inquieto y le cuesta estar mucho tiempo sentado así que iba y venía. Y Yamila vió la película completa, recordaba momentos que había olvidado, se reía, se ponía colorada y sobre todo se emocionó con el retrato de su familia.
-Venís abordando el universo carcelario y sus personajes ¿qué es lo que te atrae del mismo?
-Lo que me atrae es que personas que están encerradas y muchas veces ignoramos, tienen gestos de una humanidad increíble como confiarte sus vidas de una manera tan honesta. Me interesa descubrir lo que hay detrás de esas historias, esas heridas y ver lo que hay detrás de las ideas que tenemos del universo carcelario, donde te repito, hay mucha humanidad.
-¿Expectativas por el estreno?
Que la gente se conmueve como me conmoví yo y el equipo de rodaje al conocer a la familia Bilbao.