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Por Luis Kramer

Una vez más es llevada al cine la adaptación de la novela de Frances Hodgson Burnett, El jardín secreto, (recordemos la versión de 1993 de Agnieszka Holland y con Maggie Smith) esta vez  dirigida por Mark Munden y escrita por Jack Thorne.

La historia se centra en los intentos de una reciente huérfana, que debe ser trasladada a la mansión de su tío en Misselthwaite para convivir con su tío (Colin Firth) y su ama de llaves (Julie Walters), en brindarle un entorno sanador a su primo, aferrado al dolor y a la hipocondría tras la pérdida de su madre.

El film, al contrario de la novela original, se sitúa en la Inglaterra de 1947, en vísperas de la partición de la India y al haber ya finalizado  la Segunda Guerra Mundial. 

Los caracteres centrales de esta propuesta son los niños y asi descubrimos a Mary Lennox (Dixie Egerickx, de la precuela de Juego de Tronos); quien hallará cerca de su lugar de confinamiento, un espacio que esconde secretos familiares, animales y plantas con personalidad propia  a la vez que le proporcionará un espacio de distensión y entretenimiento junto a su primo Colin (Edan Hayhurst) y su amigo Dickon (Amir Wilson)

Pero, es el jardín el verdadero protagonista de la película: hermosa locación situada en la parte baja de las ruinas del castillo de Helmsley, y maximizada gracias a la fotografía de Lol Crowley lo cual ha otorgado verdadero realce a esta propuesta que intenta acompañar el duelo de dos jóvenes en un interesante juego de contención familiar desde la iniciativa de la naturaleza.

Son destacables asimismo la música de Darío Marianelli y la canción final interpretada por Aurora, dando marco a una mágica y disfrutable propuesta sensorial.

POR QUE SI:

» Interesante juego de contención familiar desde la iniciativa de la naturaleza «

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