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Por Luis Kramer

Una nueva edición del Festival de Cine Internacional de Mar del Plata ha comenzado, la 34 (expresión numérica arbitraria si las hay ya que el Festival comenzó en 1954, luego se discontinuó y en la nueva etapa se comenzó a contar desde 0 nuevamente) y representa todo un desafío la elección de las películas a cubrir ya que el panorama de opciones aparece prima facie tentador e inalcanzable por la variedad de propuestas a considerar.

Una primera e importante decisión consistió en que me iba a hacer cargo de seguir la competencia internacional, cuyos films se exhiben en principio a la mañana y con pases libres para la prensa.

El resto de las elecciones estaba supeditado a la posibilidad de acceder al limitado cupo del que se dispone a través de un sistema online de compra de entradas y con el cual la prensa también resulta damnificada por la feroz puja que se instala día a día para concretar el ansiado objetivo (son tan sólo tres las entradas por día para tales fines).

De esta manera el día sábado 9, en la apertura, se pudo apreciar la copia remasterizada de José Martínez Suarez (esta edición es un permanente homenaje a su desaparición física) «Los Muchachos de Antes no Usaban Arsénico» (1976) que sirvió para contrastar de manera contundente el pálido reflejo de este film que significó «El Cuento de las Comadrejas» de Juan José Campanella, ya que el opus del ex Presidente del Festival ha logrado conjugar ironía con grotesco y humor negro totalizando una pieza encantadora y de estilo con la presencia de 5 grandes de la escena nacional como Mecha Ortíz, Bárbara Mujica; Narciso Ibañez Menta. Mario Soffici y Arturo García Buhr.

Por la noche tarde, en el inicio del, tal vez el mejor ciclo de esta edición, figura «Hora Cero» con las propuestas más variadas del cine gore, bizarro, de terror y suspenso, que inauguró esta 34 edición con «Jojo Rabbit» de Taika Waititi que la Fox planea estrenar para principios de 2020 y una invitación al humor desenfrenado en clave de comedia para este drama ingenioso y conmovedor sobre la segunda guerra mundial con un Hitler que se cuestiona su efectividad como líder.

El Domingo amaneció con «O que Arde», de Oliver Laxe, de la Competencia Internacional y su galería de personajes secos, abatidos pero no por ello menos fuertes y resistentes en el marco de una montañosa ciudad lucense y la arrolladora pasión desenfrenada del fuego.

Inmediatamente después se exhibió «Scattered Night de Kim Sol» y Lee Ji-Hyoung sobre el impacto que provoca  la separación de un joven matrimonio en sus hijos. Tal vez, al haber focalizado esta aspiración en un tema tan transitado; podría decirse que es la película que menos sorpresa despertó ya que sus ejes temáticos se encierran en una única posibilidad de escenario y consecuencias narrativas y ello resiente el dinamismo del film.

Por razones puramente aleatorias, y desafiando todos los pronósticos, tuve la extraña y asombrosa oportunidad de asistir a la proyección ese mismo día de dos películas de excelencia. La primera de ellas «Parasite» de Bong Joon Ho, Palma de oro en el último Festival de Cannes y casi segura contendiente al Oscar en el rubro película extranjera por Corea. El realizador nos presenta a manera de parábola un ajustado caso de dominación de clases en clave de comedia con viraje súbito al drama más lacerante y descarnado y todo ello filmado de una manera sorprendente y magnética.

No menos cautivante es la propuesta de Edward Norton quien dirigió «Huérfanos de Brooklyn» de Warner Bros, otro preestreno, ya que el film se anuncia para la semana próxima, y se reservó para sí el papel protagónico. Motherless Brooklyn, tal su título original es un filmnoir con todos los ingredientes del género en el que Norton encarna a un investigador privado que debe investigar la extraña muerte de su jefe y su vinculación con oscuras tramas de corrupción

El fin del día se reservó como correspondía para el ciclo Hora cero y en esta oportunidad la propuesta chilena «La Casa» de Jorge Olguín y la invocación a los espíritus de la dictadura de Pinochet en un juego de terror filmado con rigor y pulso narrativo.

El Lunes la competencia internacional ofreció el film más celebrado por la audiencia: la brasilera «La Vida Invisible» de Karim Ainouz, un melodrama sobre la separación de dos hermanas en la sociedad patriarcal de los años 50 y que cuenta además con la festejada aparición de la gran Fernanda Montenegro («Estación Central»).

El documental siguiente de esta sección fue «Los hijos de Isadora» de Damien Manivel que a partir de la circunstancia fáctica de la muerte de los hijos de Isadora Duncan examina de manera experimental como la misma impacta en tres historias de vida. El documental aparece como muy forzado y el artificio que intenta plasmar no siempre funciona adecuadamente.

Seguidamente y ya a la tarde me encontré con la propuesta de la chilena Camila Donoso: «Nona, Si me mojan yo los Quemo», que hilvana la historia de una señora de la tercera edad quien se venga de su amante incendiándole la camioneta a la vez que se traslada al sur de Chile al pueblo de Pichilemu y debe lidiar con inesperados incendios que conmueven la zona. La propuesta de docu-ficción no alcanzó a cubrir las expectativas ya que la historia se va deshilachando a medida que transcurre el film y su protagonista no logra contener el peso del mismo dada le endeblez temática que la directora propone.

Acto seguido, y estas son las perlas que ocurren en los festivales, fui desviado de mi objetivo inicial que era ver una película argentina, ya que uno de los programadores del festival, Pablo Conde, me propuso asistir a la función de «Yo no Estoy Aquí» del mexicano Fernando Frías de la Parra, que hubiera merecido un lugar en la competencia internacional. Frente a semejante convocatoria fue imposible resistirse y así fue como disfruté de la historia de Ulises, un bailarín de cumbia callejera que debe emigrar a Estados Unidos y lidiar con una sociedad que le resulta esquiva y rechazante.

La hora final del día estaba reservada para el preestreno de «Entre Navajas y Secretos» de Rian Johsnon (Knives Out su original) con un elenco de notables en un film del género Who done It (Quien lo Hizo?) para contar la historia de un crimen y la búsqueda del asesino. Daniel Craig, Jamie Lee Curtis, Toni Colette y Christopher Plummer se reúnen en una casona en la que se desarrollará esta historia.

El Martes abrió la competencia con «I Was at Home But…» de la alemana Angela Shanelec, film de corte experimental con largas secuencias y planos fijos que reconstruye la vuelta al hogar del hijo mayor de una familia luego de una poco clara desaparición y el contexto en el que tal reinserción sucede. Cine de búsqueda que se enmarca en una orientación narrativa no clásica que tal vez deje a muchos espectadores afuera de la historia y muchos interrogantes sin resolver.

A continuación se exhibió la primera de las películas argentinas de esta Competencia (son tres) «El Cuidado de los Otros» de y con Mariano González, el recordado realizador de «Los Globos» que estuvo en este festival hace tres ediciones y la cada vez mejor actriz Sofía Gala Castiglione, en una reflexión sobre la responsabilidad que implica el cuidado de menores y los recaudos a tomar en tales situaciones. El realizador dota al film de nervio y tensión con una adecuado e inquieto manejo de la cámara.

«Il Traditore» (El Traidor) es el vehículo con el que Marco Bellochio narra el juicio de Tommaso Buscetta, el arrepentido de la Cosa Nostra que con la intervención del Juez Falcone sacudió a Italia a mediados de lo 80, un sólido alegato de esta parte de la historia italiano a cargo de un director que surge siempre impecable y comprometido con las historias que filma.

«La Fiesta Silenciosa» es la película argentina del género Rape & Revenge que firma Diego Fried con Jazmín Stuart como la protagonista damnificada que emerge como vengadora y se carga sola este fuerte alegato anti violencia.

Y finalmente en la Hora Cero, lo nuevo de Takashi Miike y su «First Love» en una historia que conjuga situaciones paralelas, mucho humor, abundante sangre y persecuciones a granel.

El día está terminando y queda mucho más cine por ver en los días próximos.

Hasta la próxima.

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