Tiempo de lectura: 7 minutos

Por Rolando Gallego

Un presente plagado de trabajo, en donde Closer, en el teatro, la segunda temporada de El reino, y el estreno de Cadáver Exquisito, de Lucía Vassallo, uno de los títulos más interesantes del reciente cine argentino, posiciona a Sofía Gala Castiglione como una de las grandes figuras de la escena local.

¿Qué fue lo que más te gusto de Clara y componerla?

Creo que tiene que ver con que llega a un extremo en cuanto a sus emociones y emocionalidad, al extremo del control, de los celos y cambia. Empieza la pelicila relajada y termina alienándose. La forma de amar que ella tiene, que es la que nos enseñaron a todos, y es una forma peligrosa, porque acá está llevada al extremo, como no sé, en Mujer soltera busca o Atracción Fatal, que muestran los extremos de una relación, y de lo que te producen determinadas emociones y personas, que te sacan de vos mismo y te llevan a hacer cosas que no harías. Es un lugar un poco común en lo que creemos que es el amor.

O que nos dijeron que tenía que ser…

Exacto, la posesión, que el otro te pertenezca, que tenga otra vida no significa que no te quiera, la traición, el engaño, que permiten acá explorar límites.

Que va mucho más allá que revisar el celular del otro…

Claro, y que nosotros coqueteamos, esto llega a un extremo, pero hemos estado en miles situaciones como en las que esta Clara hasta que todo se pudre, y en miles otras, ella se deja llevar por la toxicidad y se pierde en el control y en la desesperación. Me parecía muy interesante atravesar todo esto porque yo tuve sentimientos y me puedo acercar a Clara en un montón de cosas, como todos, porque yo de un tiempo hacia acá intento muy a conciencia cambiar y mejorar mis manejos y puntos de vista sobre lo que el amor representa y desprogramarme y que todas esas cosas que no vienen conmigo estén fuera.

¿Cuesta?

Sí, pero creo que ese es el trabajo de la vida, la desprogramación, ser lo más parecido a lo que vos sentís que sos y no todo eso que está alrededor, que son figuras repetidas de un montón de acciones que repetimos y nos preguntamos por qué las hacemos. Clara se deja llevar por ese lado tóxico.

Ella no se reprime…

Porque además es algo que no le hace bien a ella, consumiendo algo que no le pertenece, se desvirtúa, deja de ser ella, y en un momento pasa de investigar a esta chica por lo que siente por ella a casi un mecanismo. Me parecía interesante llevar estas emociones, por mi edad, porque a medida que vas creciendo vas entendiendo que las formas de amar son otras, más placenteras, y que Clara es un lugar en donde uno estuvo ahí alguna vez.

¿Cómo elegís los papeles?

Creo que tiene que ver con buscar proyectos que representen cosas o desafíos que quiero atravesar, porque cada película propone algo para atravesar, que lo atravesas de verdad, trato que todo me suceda, porque eso se nota, cuando mentís, cuando decis la verdad, cuando juzgás al personaje, es interesante vivir todas estas vidas de todas estas personas porque me permiten sacar una emocionalidad que no siempre pasa. Es buscar y encontrar qué tipo de vidas y situaciones quiero atravesar. Te pasa al leer un personaje, que te preguntas si queres atravesarlo o no, porque uno convive por un tiempo con los personajes y los haces carnes. No tengo algo racional o muy mental, veo las cosas que llegan y lo hago naturalmente.

Y no importa si esto viene del mainstream o cosas con César González…

Con él filmamos una película en cuarentena los dos y estamos terminándola con presupuesto cero. Tenemos un grupo de amigos muy grande, casi como una familia, y cuando se abrió un poco la cuarentena nos reunimos, porque dada la cantidad que se permitía, y empezaron a pasar cosas en las reuniones, nos montábamos, tocábamos, poesía, actuábamos  y él empezó a grabar y vimos que se armaba algo y empezamos a crear en cosas para la película, un experimento cinematográfico muy interesante, como un documental de ficción, no sé dónde meterlo, es como una película experimental, pensé mucho en la época de los fanzines punk, del girl riot , del do it yourself. Mostrar tu escena, como en el caso del punk no estaba en Melody Makers o Enemy, y en el caso de las girl riot, las chicas de Bikini Kill mostraban en collages, y cadáveres exquisitos, que hago con mis amigos hace mucho. Me interesan hacer las cosas que me interesan, pero no busco llegar a algun lugar con eso, de llegar a una plataforma o tener prestigio, tengo ganas de hacer lo que quiero hacer. Soy una persona a la que le gusta atravesar y experimentar determinadas cosas y por eso no estoy en lo que hace todo el mundo, porque no soy como todo el mundo y no me gustan las cosas que hace todo el mundo, por eso estoy con las personas que tienen ideas, que a veces salen cosas en el mainstream o en lo más independiente, y me gusta ir ahí donde hay riesgo, no ir a lo seguro.

¿Te gustaría dirigir?

Por ahora me está saliendo así, estoy pensando empezar otro proyecto con César y con Carmen Burgués, de Mueran humanos, que ya hicimos algunos videos, y son amigos, y están también en la película, pero siempre lo que se me ocurre tiene que ver con lo que hicimos con Fobia, la película que hicimos con César, algo medio documental y ficcionado por el otro.

Algo que en determinado momento se exploró en Argentina y después nunca más y que ahora es difícil de encontrar…

Ni hablar, Fobia tiene que encontrar su circuito, su lugar, su público, es una película con una narrativa super surrealista, pero por ahora esas cosas me surgen más, como happenings, puestas en escena o perfos, porque Fobia tiene cosas de ficción que encontramos después de ver por dónde iba. Tengo híbridos, no sólo narrativo. Por ahora me tiro más por un lado experimental de cine, lo que me sale, un cine que consumí durante mucho tiempo y uno va ahí.

¿Cómo se organiza un día de tu vida, trabajo, hijes?

Eso es lo que más me cuesta, vivo sola con mis dos niñes hace seis años, tengo una hija más grande que me ayuda bastante, somos muy compañeras en ese sentido, ella cuida mucho a Dante y ellos se cuidan mucho cuando yo tengo algo que hacer, un par de horas, sino enseguida es mover, están los padres de los chicos con los que me llevo muy bien, particularmente con el padre de Helena que vive cerca de casa y es como mi hermano, mi familia también. Y me voy organizando día a día.

No planificás a largo plazo…

Post cuarentena eso se acabó un poco, yo siempre fui re control freak de planificar a mil años pero con la cuarentena ya no. Trato de tener siempre planes y amigos que me ayudan, los aman a mis hijos y están con ellos y a medida que voy sabiendo trato de organizar la semana, con los padres de los chicos como estamos separados están con ellos los mismos días de la semana, entonces dependo de mi tiempo y elijo qué hacer con mi tiempo. La cuarentena me ayudó a entender que mucho no se puede organizar. Todo se da naturalmente, con los chicos, tiene que ver con que vivimos los tres solos y ellos ayudan mucho en esto de la familia, cada uno con sus cosas, Helena está recontra adolescente, insoportable.

Pero uno se acuerda de cómo era en ese momento también…

Es tremendo cómo te empezás a acordar de cómo te sentías y los ves y decís wow, te acordas de todo lo que es ser adolescente que es muy difícil, pero más allá de eso somos una unidad los tres y podemos organizarnos, con toda la gente que nos quiere, mis amigos, mi familia, mi mamá.

Y gracias a ellos podemos verte haciendo todas estas maravillas, con propuestas tan distintas entre sí…

A mí me encanta hacer cine, sumergirme en ese universo tan extremo, porque el cine tiene eso, un mes o dos meses super intenso donde atravesas una sola vez las cosas a medida que las haces, a diferencia del teatro que tenes más oportunidades con el piso del ensayo para luego encontrarse en la repetición, pero en el cine tenés que llegar una vez y hacer todo con esa emoción a flor de piel. El cine argentino está lleno de pibes talentosos, con muchos técnicos super buenos, que pensás por qué no les dan más subsidios para que trabajen. Muchas de las películas que yo hago después tienen poco espacio en los cines porque se prefiere poner un monstruo gigante adelante. Tenemos gran cine nacional, género, drama, comedia, y creo que la gente de a poco lo ve, está el mainstream y lo que no está no es que no existe, y creo que mucha gente toma la decisión de buscar las cosas que les interesa, a pesar de la movida que hay del control remoto que corta el impulso de salir a buscar. Me acuerdo cuando era más chica que iba a comprar discos, y si no salía a buscarlos no los escuchaba. Ahora cuando tenés todo, vas a Spotify y tenes todo y podes dejarlo para mañana, tenés todo y está ahí, y así la vida se pierde y mañana no llega nunca, y creo que de todas las cosas que suceden también están otras cosas, y yo estoy ahí, a mí no me divierte ni me gusta lo que está establecido, y ahí empezás a buscar otra cosa, en tu trabajo, en lo que escuchás y mirás, con una búsqueda personal, sino somos robots, quiero elegir, y creo que todo esto te hace creer que no queres elegir, y no. El arte complaciente va a matar todo. A mí me gusta hacer cosas que provoquen algo, que molesten, modifiquen, que te pase algo, y ver cosas así, estoy harta del “que lindo o está buenísimo”, que te dejan cómodo en el lugar. Cuando pienso en arte pienso en algo que me atraviese, me modifique, enoje, prefiero ese al “que lindo todo”, es lo que busco y persigo y ahí aparece la gente que te conmueve y están.

Compartir en: