Por Rolando Gallego
Estrenada mundialmente en el último Festival de Cannes, Holy Spider, de Ali Abbasi llega a los cines hoy. Presentada por MUBI, donde luego se alojará, y Zeta Films, la película, protagonizada por Zar Amir Ebrahimi, Mehdi Bajestani y Arash Ashtiani, sigue de cerca de Raima, una periodista que en cercanía con la policía logra seguir de cerca a aun asesino fundamentalista de prostitutas. Hablamos con él.
-Bueno, primero, antes de hablar de la película, me gustaría saber, ¿cuándo supo que quería ser director?
-Tarde. Quiero decir, empecé en la literatura y escribí un montón de cuentos y publiqué algunos y luego estudié diferentes cosas y terminé en la escuela de arquitectura, pero siempre sentí que me gustaba el cine, pero como entretenimiento, como que tenía esta sensación muy arrogante que el cine era para las masas, y lo real era la literatura. Y luego creo que poco a poco cambió cuando vi un montón de películas que influyeron en mí, recuerdo haber visto La Strada y me cambió lo que yo pensaba que la película es o tiene que ser, y cuando era niño vi Fitzcarraldo de Herzog con mi padre por alguna extraña razón, y después de ver bastantes me di cuenta que es un medio real con su propio lenguaje no es sólo un entretenimiento palomitero necesariamente, no es como una versión cinematográfica de un libro, tiene su propia vida y está en su propio lenguaje y es muy rico y es realmente algo que se siente muy bien para mi temperamento. Por aquel entonces tenía veintitantos años y muy poca experiencia, así que decidí hacer unos cuantos cortometrajes para ver cómo me sentía. Y ahí fue donde realmente sentí que podía hacer películas, que tenía algo dentro.
-¿No fuiste a la escuela de cine?
-Lo hice, pero eso fue, eso fue después de darme cuenta de que realmente podía hacer películas, que tenía la capacidad. Y tuve que aprender a ser bueno en eso porque honestamente no sabía si ese era el caso, si podía hacer películas, y cuando me di cuenta que era posible, lo hice. También sé que es el oficio y quiero ser bueno. Así que eso es lo que pasó.
-Hablando de literatura, ¿cuántas diferencias encontrás en escribir un libro, una novela, y un guion para una película? ¿Y cómo llevaste tu experiencia previa de escritor al guion?
-La principal diferencia, al menos para el tipo de literatura en el que yo estaba interesado, estaba en el lenguaje, con su forma, con la forma en que expresa la musicalidad de la lengua necesariamente sólo con la comunicación, o, como lo que dice, o lo que es la historia. Y también el hecho de que creo que la literatura tiene un alcance mucho más amplio en términos de lo que puedes hacer o lo que no puedes hacer y obviamente, como estás sentado sos como un desempleado sentado en tu propia habitación, trabajando en tu propia dieta y podes hacer lo que quieras. No necesitas enviar la idea de tu libro a alguien para que la apruebe, sólo tenes que escribirla, con el guion, por otro lado, hay como diferentes, es como un guion para mí nunca es un guion, para mí, un guion no es un objetivo en sí mismo, es un plano. Es un documento plano de cómo hacer la película. Es como las ideas y las piezas de esa película, están escritas para que salgamos a buscarlas. Así es como yo veo el guion. También es por eso que no me importa una mierda lo bien que se lee un guion, o lo emocionante que es el lenguaje y es un manual de Ikea para mí sobre cómo montar una película.
-Pero en Holy Spider te tomas mucho tiempo para presentar a los personajes principales. Y esto en las películas reales, no lo vemos, es más de la literatura…
-Bueno, claro, pero si volves a Psicosis, se tarda, no recuerdo cuántos minutos, pero se tarda, también se puede discutir quién es el personaje principal, incluso en Psicosis, así que creo que hay una fórmula en el cine convencional y, como todos sabemos, no pienso necesariamente que sea algo terrible o que yo sea el artista porque no sigo la fórmula. Sólo estoy diciendo que debería ser menos sorprendente, de verdad, cuando no seguís la fórmula, y no estoy esperando conseguir metal por no seguirlo tampoco, porque creo que lo que yo hago es que tengo un instinto como narrador, y yo sólo me sigo y no quiero doblar las reglas necesariamente. Ni siquiera quiero reconocer las reglas, eso es tal vez donde está mi conexión con la literatura, porque en la literatura, nadie te da una medalla. Si escribís un libro que tiene un gran comienzo y después se desinfla en el medio y el final, es demasiado banal.
-No seguís una fórmula pero ¿pensas en el espectador cuando escribís la película?
-Lo hago. No sé si hay una persona que haga cualquier tipo de esfuerzo expresivo, de estar en el arte, estar en los medios de comunicación, que no piense en la audiencia, sólo la forma en que piensas en la audiencia creo que es diferente. Yo, como todo el mundo, tengo una idea de un público que es una combinación de mis conjeturas, de lo que pienso estadísticamente y es cierto, y también un deseo, y también deseo algo y exijo algo de mi público. Creo que también, para mí, hay un hay un interés, me gusta dar a la gente lo que quieren y entretenerlos, pero también creo que hay un valor en ocasiones de no dar a la gente lo que quieren. Y a veces hay que dar a la gente exactamente lo que no quiere. Así que creo que para mí, esta relación con el público es muy emocionante e interesante, pero no creo que sea una calle de sentido único. Y no estoy vendiendo hamburguesas por lo que creo que es una interacción y que la interacción, lo hace muy emocionante, por supuesto.
-Recibiste muchas críticas en Holy Spider por no usar el fuera de cámara en algunas escenas ¿Cómo las recibiste? Yo cerré los ojos en algunas escenas tan intensas del asesinato.
-¿Pero vos cerras los ojos cuando ves una película de Quentin Tarantino?
-No.
-Pero es que vos filmaste escenas muy realistas…
-Sí, y creo que es algo temperamental. Creo que cada cineasta tiene su propia lógica y temperamento. Quiero decir, en esto, de la misma manera que la gente nos critica por ser brutales o demasiado exagerado con la violencia, o demasiado realista o cualquiera que sea el caso, pero cuando veo una película de Tarantino, me parece extraño que decapiten y disparen a la gente y que todo el mundo esté comiendo pochoclo y creo que es algo grotesco de ver. Y para mí eso es más problemático que mostrar violencia y no creo que yo tenga razón, y ellos estén equivocados o algo así, es sólo una cuestión de gusto. Además, creo que algunas de las mismas personas que nos han criticado porque la película es misógina o porque incita a la violencia contra las mujeres, creo que, en el contexto de lo que está ocurriendo en Irán en estos momentos, en el contexto de lo desoladora que es la realidad y de lo brutal que es creo que entienden la película de forma diferente, y creo que entienden mal el uso de la violencia y la importancia de que ese aspecto de la realidad se presente de forma real y no edulcorada. Así que creo que, en ese sentido, la película ha sido recibida de una forma diferente a la de hace cuatro meses.