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Por Marcelo Cafferata

Las diferentes expresiones artísticas han elaborado, diferentes manifestaciones sobre los hechos ocurridos durante aquel trágico 11 de Septiembre. Fue tal el shock y la conmoción mundial que produjo este atentado, que es prácticamente imposible olvidar uno de los hechos más impactantes de nuestra historia reciente. Pero tanto los documentales, como los productos de ficción, el propio museo que puede visitarse donde estaban las Torres Gemelas o los artículos, textos y literatura que giran alrededor de ese momento, nos sumergieron en las pérdidas, en el dolor, en la desolación y en la tragedia. 

El musical “COME FROM AWAY” tiene entonces un primer motivo para celebrar: es una historia que sin esquivar la tragedia, viene a poner luz a otras situaciones que sucedieron en medio de ese sacudón emocional que estremeció al mundo entero y mucho más a quienes se vieron directamente impactados por los hechos. Sin embargo, el musical escrito por Irene Sankoff y David Heiny (que en su versión local adaptaron Carla Calabrese y Marcelo Kotliar) se permite el espacio para el humor, para brindar una sonrisa esperanzadora y deja claramente expuesta la potencia que tienen la solidaridad y el altruismo. 

En pleno momento del atentado, varios aviones que estaban surcando el espacio aéreo en este momento, fueron derivados a Gander  Pero… ¿dónde queda Gander?: en la isla de Terranova, pleno territorio canadiense sobre la costa noroeste. Allí aterrizaron en sólo unas pocas horas, 38 aviones con casi 7000 tripulantes, que literalmente provenían de los más diversos lugares del planeta. Así, como en una especie de Torre de Babel, “invadieron” el  pueblo y con cinco días de convivencia generaron lazos completamente entrañables e inolvidables, que son precisamente el motor de la historia que “COME FROM AWAY” rescata y quiere compartir.  

No hay canciones pegadizas ni hits mundialmente conocidos. No hay un despliegue de producción escenográfico como tienen tantos otros musicales de Broadway (la puesta, incluso, es más afín con un típico producto Off Broadway) pero nuevamente The Stage Company –la productora que ya nos trajo “Shrek” y “El curioso incidente del perro a medianoche”-  conoce la potencia del material y de las tantas virtudes que lo hacen especial y absolutamente atractivo.

Tras una puesta minimalista con mesas y sillas y algunos otros pocos objetos y con un vestuario que es funcional a la multiplicidad de personajes que se presentan en escena, la puesta de Carla Calabrese se presta a un preciso y riguroso mecanismo de relojería, donde cada engranaje combina perfectamente con el otro de forma tal de crear el montaje perfecto. Estas mismas sillas podrán ser los asientos de un avión, las butacas de un micro, las sillas de una taberna en Gander, el mirador a un paisaje increíble, las sillas del colegio donde recibirán a los “turistas” recién llegados, junto con las mesas que también cumplirán múltiples funciones.

Así, delante de nuestros ojos estos elementos tan simples nos harán volar con la imaginación y no solamente nos sorprenderá el  despliegue creativo del equipo (con Tadeo Jones a cargo de la escenografía y la exquisita dirección de arte) sino la extrema precisión con la que los propios actores irán transformando todo en pocos segundos, bajo un exacto trabajo de iluminación de Juan García Dorato donde todo funciona perfectamente sincronizado.

Calabrese se nutre de un equipo de primera calidad y una troupe de actores que conoce el terreno del musical a la perfección logrando un ensamble perfecto de figuras consagradas con nuevos talentos a los que “COME FROM AWAY” les da una gran oportunidad de lucimiento. Cada uno de ellos tendrá a su cargo más de un personaje, mostrando no solamente su talento vocal sino la capacidad de uno y muchos al mismo tiempo y jugar con esos cambios desde los pasos de comedia a los momentos más conmovedores.

Dentro de un verdadero dreamcast del musical, en los roles protagónicos se lucen Melania Lenoir (que tiene la ductilidad de ser la princesa Fiona en “Shrek” o una estrella rockera en medio de un geriátrico con “Forever Young”, pasando por la icónica Velma Kelly en “Chicago”), Marisol Otero (con recordados protagónicos en “La bella y la bestia” “Grease” y “Mamma Mía”) en una pura y tierna historia de amor, Sebastián Holz (a quien recientemente vimos en “Canibal” dirigido por Corina Fiorillo), Pablo Sultani (el propio “Shrek” y uno de los míticos protagonistas de “Rent”, Ace revelación en “Los Productores”), la propia Carla Calabrese, la pareja gay que teme que el pueblo los discrimine a cargo de Argentino Molinuevo y Manu Victoria (sumando otras dos sorpresas), Patricio Wittis, Silvana Tomé y Agustín Pérez Costa quien también está a cargo de las coreografías de esta puesta.

Pero dentro de esta puesta coral con un elenco absolutamente soñado, “COME FROM AWAY”  permite el lucimiento de dos figuras que logran destacarse entre este grupo de intérpretes perfecto: Gabriela Bevacqua como la directora del colegio que refugia a los recién llegados (más otros pequeños papeles) tiene un carisma arrollador en escena y arranca aplausos espontáneos en la platea con sus pocas líneas del hit de “Titanic” y le imprime una cuota de dinamismo y energía únicos para su personaje.

El papel de Hannah está a cargo de Silvina Nieto quien logra los momentos más conmovedores de la obra con una voz que canaliza todas las emociones e impacta profundamente y moviliza de lleno a la platea.

Desde su aparente sencillez, la puesta requiere todo ese talento que está en escena donde se suman la banda de música celta dirigida por Santiago Rosso y la dirección vocal de Sebastián Mazzoni que logra momentos de increíble belleza. Todo está dispuesto para que “COME FROM AWAY” sea uno de los grandes estrenos de esta temporada, una obra que conmueve, sorprende, entretiene y sobre todo, trae consigo un mensaje absolutamente esperanzador para atravesar los momentos más crueles, que tan bien le sienta a esta era post-pandemia y que nos resulta tan pero tan necesaria.

“COME FROM AWAY”

De Irene Sankoff y David Heiny / Versión de Carla Calabrese y Marcelo Kotliar

Dirección: Carla Calabrese

Viernes y Sábados 20.30 – Domingos 19.30

Teatro MAIPO –  Esmeralda 443 – CABA

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