Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Marcelo Cafferata

Hoy vas a dejar la vida en esa arena

y con cada parte de tu cuerpo que se rompa

vas a escribir una canción sobre lo difícil que es

enamorarse de una goleadora como Ella

y no poder gritar ninguno de sus goles

El texto de Andrés Gallina encuentra en la puesta de Fabián Díaz varios motivos para que “LOS DIAS DE LA FRAGILIDAD” sea una de las obras independientes a las que vale la pena entregarse enteramente, y disfrutar.

Todo está dispuesto para generar un clima diferente al que uno está acostumbrado dentro del ritual teatral. La cita es un domingo al mediodía y la obra está montada en un espacio nada convencional (un centro cultural al lado de las vías del ferrocarril, QueTren club cultural) donde el escenario es un cuadrilátero de sillas dentro de una cancha de fútbol 5: inmejorable territorio para dar rienda suelta a la poesía de Gallina que narra una historia de amor particular entre una jugadora de fútbol –la goleadora del Club Atlético Once Unidos de Miramar- y un poeta mudo.

Por esa magia especial que tiene el teatro, apenas comiencen a hablar los personajes, nos conducirán rápidamente a Miramar, para vivir la historia en pleno invierno, frente al mar. Estamos en el barrio de Belgrano, a pocas cuadras del Barrio Chino, en una canchita de fútbol. Sin embargo, hay aroma a playa, el pasto se transforma en arena y hasta sentimos la brisa del mar pegarnos en nuestra piel: todo es tan mágico que hasta si pasa el tren, el tiempo se detiene. Hay magia, hay teatro.

El espacio es diferente, la historia de amor es diferente y la pareja protagónica escapa rotundamente al lugar común y al estereotipo de la pareja romántica a la que estamos acostumbrados. La apuesta por lo tanto, es innovadora y creativa en varios sentidos, a lo que suma, además un texto en poesía que no es fácil de trabajar y que sin embargo los actores lo paladean de forma de generar una música armónica que va envolviendo magnéticamente a los espectadores.

Es de esos textos pequeños, sin pretenciosidad y sin palabras afectadas, sin artificios, de esa dramaturgia que se engrandece a medida que los actores se la apoderan y la comparten desde  sus entrañas, con el espectador.

La dirección de Fabián Díaz sorprende por la cantidad de riesgos que toma: un espacio totalmente diferente, algunas pelotas desparramadas por la cancha, los actores situados en un corner del cuadrilátero donde  desarrollan la mayoría de las escenas, rotando a medida que se desarrolle la historia, un texto poético que necesita de marcaciones precisas para no caer en el recitado y que se nutre de un léxico futbolero en el que todos quedamos finalmente incluidos por esa sinergia que se produce en escena, aun cuando no seamos apasionados de ese deporte, a lo que se suma dos actores completamente afinados y en sintonía con una propuesta tan deliciosa como singular.

Pero la química entre texto y puesta justamente sucede porque  “LOS DIAS DE LA FRAGILIDAD” cuenta con los protagónicos de Iván Moschner y Manuela Méndez que brindan dos trabajos de excelencia. Méndez, además de un gran trabajo físico, entrega una composición que combina a la perfección potencia con sensibilidad en dosis iguales: se presenta aguerrida y luchadora defendiendo cada pelota y su fuerza se transforma en pasión y enamoramiento ante la presencia de ese poeta mudo que le entrega su alma.

Moschner tiene la difícil tarea de dotar a su mudo de toda esa gestualidad que lo acompaña dentro de su mundo de pensamientos, en donde justamente, se hace presente su poesía. Saborea el texto de una forma exquisita y le imprime todo su don a cada verso, generando un intenso erotismo y el clima de intimidad que necesita la obra.

La poesía, el fútbol, el amor, el deseo, las pasiones se dan cita al costado de las vías del ferrocarril para un momento teatral único, que vale la pena no perderse.

“LOS DIAS DE LA FRAGILIDAD”

Dramaturgia: Andrés Gallina

Dirección: Fabián Díaz

Con Iván Moschner y Manuela Méndez

Domingos 15/05 – 22/05 y 29/05

QUETREN CLUB CULTURAL  –  Olazábal 1784 – CABA.

Compartir en: