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Por Gretel Suárez

Drama familiar de estructura clásica que, a través del uso de elementos del cine fantástico, consigue contener y sostener a sus personajes ante el terrible dolor de una pérdida irreparable.

Su director, Ivan Fund, ya había incursionado como autor en el cine fantástico con Vendrán lluvias suaves; sin embargo en este film sorprende su nivel de sutileza y delicadeza con el cual dirige las miradas de sus protagonistas y la manera en que consigue abarcar a los espacios sonoros; cómo “suenan” esos “silencios” que habitan en las personas que levitan sus pesares. Sonidos que, amalgamados a las imágenes casi crudas e iluminadas desde fuentes naturales, nos devuelven un anclaje tan realista que nos permite abrirnos a lo fantástico desde lo emocional sin ningún tipo de extrañeza.

La película está basada en un guión escrito, hace diez años, por Santiago Loza y que fue adaptado en colaboración con Martín Felipe Castagnet. Es cierto que pueden entreverse algunas influencias cinematográficas de directores que quizás le hayan marcando un rumbo inconsciente a Ivan Fund a la hora de hacer su cine, como una fusión de estilos entre Spielberg y Cassavetes, sin embargo a mi entender sigue siendo un maravilloso cine fantástico de autor y me da orgullo que su director sea argentino.

De qué va? Greta (Mara Bestelli) y Bruno (Marcelo Subiotto) viven el día a día con su hije Denis (Jeremías Kuharo) sin ningún tipo de preocupaciones, en una casa de un paraje costero que parece haber quedado desolado a causa de la instalación de una plataforma flotante. Una circunstancia fatal quiebra la tranquilidad de la familia y hace avanzar al relato desde el impulso de un dolor jamás imaginable. Esta historia de amor y cuidado melancólico entre sus personajes que tendrán como misión custodiarse como puedan ante semejante ausencia; tratarán de escucharse, dándose espacios y siendo testigos de las complejidades que el duelo le brinda a cada unx. Es acá donde aparece Sina (Maricel Álvarez) quien viene a ayudar con la mudanza y venta de la casa pero su cometido recae principalmente en sostener a su mejor amiga Greta, quien parece tener sólo fuerzas para no dejar caer a su compañero Bruno. Esta cadena de contención por el otrx es representada a través de miradas emocionalmente desbalanceadas, las cuales consiguen nivelarse en un único final épico.

¿Por qué si?

“Porque Ivan Fund logra abrazar al dolor de una gran ausencia con el uso honesto del lenguaje fantástico”

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