
Por Marcelo Cafferata

Luego de ser presentada en el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, llega el estreno comercial de la ópera prima de Lucía Van Gelderen, “REPARO” que toma elementos biográficos para desarrollar una historia de reencuentros en el marco de Puerto Pirámides, su lugar de crianza.
Justina (Florencia Torrente) decide hacer un paréntesis laboral de aproximadamente un mes para volver a Puerto Pirámides, el pueblo de Chubut en el que ha pasado varios veranos. A poco de comenzar la historia veremos que recientemente ha perdido a su madre y cuando la recibe su tía Amalia (María Ucedo) pareciera que parte de ese regreso es poder recomponer una parte de ese vínculo que se comienza a procesar a partir del duelo.
Cuando comience a encontrarse con sus amigos Paula (Paula Carruega) o Mariano (Daniel Melingo), también comenzará a recomponer una historia de amor que sucedió allí con Patricio (Luciano Cáceres) quien está a punto de casarse y suma otro punto a tener en cuenta en ese rompecabezas de identidad personal que Justina quiere comenzar a formar teniendo en cuenta su pasado sin dejar de atender a su futuro.
El reencuentro con el pasado y particularmente con una geografía en donde se ha desarrollado gran parte de la vida del personaje es un camino ampliamente transitado por el cine y la literatura, y Van Gelderen logra darle un toque personal sobre todo nutriéndose de la peculiaridades del lugar en donde el avistaje de ballenas es un espectáculo en sí mismo que es aprovechado para complementar a la historia, logrando inclusive una escenas subacuáticas particularmente bellas.
La historia escrita por la propia directora junto con Salvador Roselli apuesta a un tono intimista y sencillo, apelando a las emociones y a ese encuentro con los personajes y fantasmas del pasado que siguen teniendo un rol fundamental en el presente y que ayudan a reescribir la propia historia. Por lo tanto, la propuesta de “REPARO” avanza sobre caminos sencillos y situaciones del cotidiano en una vida de pueblo al que Justina ha llegado para sanar algunas de sus propias cuentas pendientes.
Florencia Torrente ocupa nuevamente un rol protagónico en la historia, enamora con su belleza frente a la pantalla grande y logra un trabajo muy convincente, aun cuando debe señalarse que en algunas de las escenas más dramáticas de la historia, no logra encontrar el tono justo y la conexión perfecta con su personaje. De todos modos cumple más que dignamente su rol, llevando sobre sus hombros el peso completo de la historia.
El elenco se completa con Luciano Cáceres como su viejo amor, María Ucedo como su tía y una pequeña participación de Paula Carruega como su amiga, brindando trabajos sólidos que acompañan a Torrente en los distintos descubrimientos interiores que se irán revelando durante esta estadía tan particular.
Otra de las grandes protagonistas de “REPARO” es la ciudad de Puerto Pirámides en sí misma, con sus extensas playas, las famosas ballenas y el paisaje patagónico que siempre brinda un marco de belleza natural para las historias. En este caso, se impone además como un espejo para que la propia Justina pueda ver, tanto en el comportamiento de las ballenas como de algunos de los habitantes, los temas por los que ella está atravesando.
Como toda opera prima, “REPARO” da la posibilidad de conocer a una nueva directora como Lucía Van Gelderen y es un debut promisorio en el que ha podido desplegar un relato intimista y que retrata con sensibilidad esos pequeños ritos de pasaje al enfrentarse con el pasado.