Por Rolando Gallego
Orquestada como un policial negro con tintes de romance, el gran Park Chan-wook vuelve al cine con una apasionante historia en donde la mentira es el ingrediente principal de su relato.
Hae-joon (Park Hae-il) es un eficiente investigador que vive sus días en un matrimonio aburrido, en donde el sexo, por sólo nombrar una situación, se ha convertido en un ejercicio animal de compromiso. Entre ambos se prometen “más allá que no odiemos recordemos que una vez a la semana tenemos que copular”.
Pero al conocer a Seo-rae (Tang Wei), la principal sospechosa de un asesinato que debe resolver, en un lugar en donde ningún caso es resuelto, su vida cambia por completo, convirtiéndose en una “víctima” más de los juegos de seducción de esta mujer, una femme fatale que arrasa con todo y todos a su paso.
Filmada con un preciosismo y una belleza únicos “Decision to leave” vuelve a demostrar la maestría de Park Chan-wook para narrar, con logradas puestas, encuadres de una hermosura ineludible, aún cuando esté mostrando atroces muertes que tendrían que hacernos mirar hacia fuera de la pantalla.
Repitiendo algunas obsesiones de sus producciones anteriores, el realizador nos regala acaso una de las protagonista mujeres más potentes del cine, en la línea de Cathrtine Tramell (Sharon Stone), Tanya (Marlene Dietrich) o Evelin Cross Mulv (Faye Dunaway), inolvidable, seductora, clave para querer saber mucho más sobre qué o quién ha impulsado las muertes que se deben investigar.
