Por Marcelo Cafferata
Como si fuese una pequeña Matrioshka, Mercedes Torre tiene dentro de sí una y otra y otra y otra versión de sí misma, todas escondidas para que afloren en el momento exacto que sea necesario que vean la luz en cada uno de sus trabajos. Es así como que se lanza a la aventura con “Las Hermanas Misterio” ligada a la música y al juego infantil como lo hizo con “Recuerdos a la hora de la siesta”, sus trabajos junto a Corina Fiorillo tan diferentes como “Como una perra en un descampado”, “Network” o su brillante personaje en “El otro Onassis” o ahora en un formato de unipersonal como “REVERSIBLE” en donde demuestra sus dotes de actriz, clown, cantante, música y compositora.
Mercedes Torre se pone ahora en la piel de Rosita una heroína campera, que emprenderá una travesía: cruzar las Pampas persiguiendo a la Muerte que parece haber sido la culpable de llevarse a su madre, con lo cual ella decide lanzarse a la épica y salir a rescatarla.
Así es como Torre plantea su propia dramaturgia desde un espacio totalmente libre: sin llevar este proceso de duelo hacia el biodrama personal sino, por el contrario, busca despegarse rápidamente de ese modelo y elige crear en un ámbito abierto, libre de estereotipos, un universo donde se permite jugar con la poesía de este relato con tono de epopeya, para darle un formato de escritura en verso y transitar este proceso doloroso en donde se atraviesan diferentes etapas, en donde van a estar incluso presentes la resistencia y la negación como elementos naturales.
Rosita es un duende, es un juglar, es como un hada pampeana en busca de su mamá perdida. Debajo de su poncho, tan reversible como ese dolor que se quiere transmutar, irán apareciendo diversos colores y texturas a medida que avance con este tránsito del duelo que es también una forma de viaje a su propio interior y a su raíz identitaria. Aparece la música (con el talentoso Pablo Viotti que pone su música en escena y logra una perfecta amalgama dentro de la propuesta estética de Torre), la música se transforma en canciones, las canciones en versos y juegos de la palabras, las palabras en un hermoso discurso poético que se encuentra atravesado por el humor, como hilo conductor de todos los sentimientos.
Desde la dirección, Juan Pablo Romanazzi pone su mirada a favor de permitir que Mercedes Torre demuestre en esa explosión volcánica de energía en escena, todas sus facetas que irá develando frente a los ojos de cada espectador. No solamente todos los detalles desde el texto, la escenografía y la música han sido cuidados al extremo sino que, como pocas veces sucede, otro gran punto de la puesta de “REVERSIBLE” es el trabajo de diseño de luces de Agnese Lozupone (hay un trencito de luces en escena que es una verdadera delicadeza) sumado al trabajo de vestuario de Paola Delgado que acompaña a Rosita en cada uno de sus momentos.
Hay mucho de realismo mágico, lo que también le permite a Mercedes Torre jugar con diferentes registros de actuación que incluyen también su histrionismo para el clown y su destreza arriba de un par de patines. Pero no sólo se trata de una prueba del enorme virtuosismo de Torre sino que cada una de las decisiones estéticas en “REVERSIBLE” permiten sumergirnos en un universo poético para encontrar belleza en un tema tan fuerte como el duelo y la muerte.
La pérdida de un ser querido es obviamente un momento doloroso y trágico, pero ahí justamente es donde la puesta encuentra la posibilidad de revertir el dolor para transformarlo en acción, en movimiento, en canción y en impulsos vitales. Abrazarse a la vida aún en los momentos más difíciles.
”REVERSIBLE”
Idea Original, Dramaturgia y actuación: Mercedes Torre
Dirección: Juan Andrés Romanazzi
Arreglos musicales: Pablo Viotti
TEATRO EL EXTRANJERO – Valentín Gómez 3378 – Domingos a las 20 horas.