Por Rolando Gallego
A la potente propuesta visual, que explora puntos de vistas e imágenes que hace tiempo la televisión ha dejado de utilizar, Sam Levinson añade una profunda capa reflexiva desde la utilización de una banda sonora nostálgia, que contrasta con lo “novedoso” del relato.
Todos los domingos a las 23 horas por HBO y en HBO MAX se puede ver un nuevo episodio de esta atrapante historia en donde un grupo de jóvenes intenta seguir sus instintos, luchando con las miradas de los demás y sus propios prejuicios.
Si en la primera temporada fue sorprendente el hecho de cómo Levinson utilizaba las herramientas del soporte para potenciar las historias, en esta segunda ocasión la música servirá para revelar la profunda nostalgia de los personajes, disparando un hilo narrativo desde cada una de las melodías escogidas para los episodios.
A la banda de sonido original compuesta por Labrinth, se suman clásicos de los años ochenta que contrastan con la original propuesta visual de la serie. Cada episodio ofrece un recorrido por una potente playlist que suma una profunda nostalgia a la serie.