Por Marcelo Cafferata
Estrenada dentro del circuito oficial en el Teatro de la Ribera del Complejo Teatral de Buenos Aires, “LA GRAN RENUNCIA” llega ahora al Teatro Picadero para seguir disfrutando la fuerza de un gran texto ejecutado por un elenco de excelencia.
Lisandro Fiks (“Hombres y Ratones” “Un enemigo del pueblo” y “Mala Praxis”, entre otras) ha realizado una brillante versión libre de un texto emblemático de fines de los ’60 del gran Ricardo Talesnik: estrenado precisamente en 1967, con Norman Briski y María Cristina Laurenz como pareja protagónica, dirigidos por Carlos Gorostiza y luego llevada al cine con dirección de Fernando Ayala con Briski y Norma Aleandro en los roles principales En el texto original, Néstor Vignale, empleado ejemplar, decide un día no ir a trabajar porque tiene “fiaca”, rebelándose contra el sistema y su propio mundo, haciendo uso de su libertad para disfrutar y divertirse. Su esposa, su madre y los compañeros de trabajo intentarán por todos los medios hacerle tomar conciencia y volverlo a la realidad cotidiana.
En este caso, Fiks nos presenta a Diego y Verónica: ambos vuelven de una fiesta y ella está furiosa porque su marido no fue capaz de socializar con nadie por estar todo el tiempo pendiente del teléfono ya sea por temas laborales (trabaja en una agencia de publicidad en la que le exigen estar conectado permanentemente y en horarios poco frecuentes para atender a los clientes del exterior) o por estar preocupado de lo que todo el mundo publica en las redes sociales. Una adicción que le resta conexión con su vida privada y que, por supuesto, repercute en su pareja.
Harto, cansado de la presión que la hiperconectividad que se le impone, un día decide despojarse del teléfono, no atender más ningún llamado ni responder ningún mensaje. No importa que hoy tenga una reunión muy importante en la agencia en la que se juega el futuro de la cuenta de un importante cliente del exterior, no importa que su esposa insista en que es una locura, no importa que su padre esté intentando encontrarlo: Diego ha prometido no volver a usar el celular. Punto.
Fiks ha encontrado el tono justo para que el texto original de Talesnik tenga una absoluta vigencia, poniendo incisivamente la lupa sobre el Sistema y en la forma alienante en que estamos viviendo, utilizando a su favor el sentido del humor y la mordacidad con la que mira críticamente a la realidad. En esta adaptación, Fiks ha modernizado el texto de forma tal que “LA GRAN RENUNCIA” cuenta con una cuidada selección de referencias y expresiones que le aportan una gran actualidad. Esto se completa con el diseño de las proyecciones a cargo de Juan Selva (más la escenografía de Micaela Sleigh) que dialogan perfectamente con la acción, mostrando los mensajes del celular, lo que sucede en las redes y la construcción de una vida digital en paralelo, aportes que son absolutamente funcionales a la puesta en escena, que también está a cargo del propio Fiks.
Pero además de una adaptación del texto sumamente inteligente y actual, Fiks se ha rodeado de un equipo de primer nivel donde todos se lucen en su papel. Laura Cymer demuestra una vez más su versatilidad (alguno de sus últimos trabajos son “Mujeres en el baño” y “Volcán de Brujas” con papeles muy diferentes) y logra transitar los diferentes momentos de su personaje: es ella misma la que se queja pero la primera que insiste en que Diego no sostenga su decisión y teme por el futuro económico de la pareja si él pierde su trabajo.
En la línea de varones de la familia, el padre del protagonista queda a cargo de Abian Vainstein un ferretero que acaba de separarse de su mujer, está feliz con su nuevo teléfono descubriendo las redes, y este costado hiperveloz de su personaje le permite a Vainstein desplegar un tono de comedia que le sienta fantástico y logra momento desopilantes.
A través de la computadora, aparece el abuelo (a cargo de una deliciosa intervención de Luis Brandoni en una participación virtual) que ha descubierto que a través del Facebook pudo encontrar a sus amigos de la colimba y que hay posibilidades de encontrarse a través del zoom y aprovecha las bondades de la tecnología mientas su nieto intenta seguir en abstinencia.
Su compañero de trabajo en la agencia publicitaria es el propio Lisando Fiks que también tiene un rol destacado como actor y finalmente Romina Fernandes acierta en la composición de una jefa abusiva que encuentra en la protesta de Diego en redes, no sólo una oportunidad de negociación sino de utilizar esas quejas contra su empresa, inescrupulosamente a su favor.
Como Diego, en un rol absolutamente protagónico, Gastón Cocchiarale sigue sumando aciertos a su extensa carrera. Logra atravesar todos los climas que le propone su personaje, tanto en los momentos más desopilantes de comedia como en los tonos más dramáticos de su personaje e interactúa con cada uno de los secundarios con un registro preciso para cada situación que propone el texto.
“LA GRAN RENUNCIA” nos enfrenta, a través del humor, a una mirada profunda y directa, sobre nuestra realidad laboral, las exigencias sociales y nuestras propias dependencias, enfrentándose a lo difícil que puede ser encontrar una verdadera salida.
LA GRAN RENUNCIA
Autoría y dirección: Lisandro Fiks (versión libre de la obra “La Fiaca” de Ricardo Talesnik)
Con: Gastón Cocchiarale, Laura Cymer, Abian Vainstein, Romina Fernandes y Lisandro Fiks
Participación virtual: Luis Brandoni
TEATRO EL PICADERO – Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857 – Viernes 22.00 hs