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Por Marcelo Cafferata

Gorki escribió “Vassa Zheleznova” en 1910 y luego, en 1935, terminada la revolución rusa, decide reescribirla totalmente modificada respetando solamente el papel central de Vassa, esa mujer avasallante, matriarca absoluta en medio de una familia en completa decadencia, sufriendo una poderosa fractura que Vassa ya no puede controlar.

Como si hubiesen emulado ese proceso de reescritura de su propia obra que ha hecho Gorki, el trio de dramaturgos compuesto por Felicitas Kamien, Walter Jakob, y Agustín Mendilaharzu se entrega a la tarea de adaptar esta historia que aparentemente pareciera lejana a nuestros días, en un texto contundente y de absoluta actualidad en donde Vassa sigue siendo la figura central, que sirve de disparador tanto para revisar los vínculos filiales y las capas de poder que se van formando en el entramado familiar como para hablar de un momento social y político en particular, en donde hábilmente la dramaturgia sitúa la historia, contextualizándola en nuestro aquí y ahora –más particularmente en un caserón antiguo en Banfield-, sosteniendo una vigencia indiscutible con el estallido social y las crisis financieras de fondo.

El marido de Vassa agoniza y toda su familia (esposa, hijos, nueras, más el personal de servicio)  se reúne a su alrededor esperando (o no) un desenlace inevitable. Comienzan a mostrarse las fracciones de poder, las alianzas y las traiciones, sabiendo que frente a esta muerte, estará por delante la división de una cuantiosa (?) herencia y los hijos estiman que Vassa, inescrupulosamente,  quiere quedarse con todo.

Controladora, ácida, monstruosa, perversa, Vassa comienza a entretejer los planes más intrincados sin que nada la detenga: sabe que sus hijos son unos inútiles y  que la fortuna en sus manos se escurrirá rápidamente. Pero son esos mismos hijos que ella cobijó, para que siempre dependiesen de ella y poder seguir imponiéndose con sus propias reglas y sosteniendo bajo su mando a toda la familia, en función a sus caprichos y deseos.

El dinero y las relaciones de poder comienzan a desplegarse, generando tensiones, sacando a relucir viejos rencores y haciendo que por momentos la convivencia sea insostenible y que el derrumbe se precipite por más que Vassa intente por todos los medios encauzar desesperadamente el orden familiar.

Humberto Tortonese se apodera del escenario con este protagónico que pareciera escrito a su medida. Su histrionismo, su máscara de tragedia teñida de un humor ácido y de su desparpajo, hacen de esta Vassa una composición abrumadora y absolutamente sensacional. Tortonese aprovecha al máximo los momentos de explosión de esta mujer absolutamente desesperada que ha perdido el control y ve cómo su familia se desmorona, dejando absolutamente de lado sus valores morales, y poseída por el miedo y el dolor.

Lo notable de esta nueva versión de “VASSA” es que la deslumbrante actuación de Tortonese no es más que uno de los elementos de la notable puesta de  Felicitas Kamien. En primer lugar se destacan los rubros técnicos con una puesta en escena impecable y el diseño de la escenografía de Cecilia Zuvialde que junto con el trabajo de iluminación de Agnese Lozupone crean a la perfección esa sensación de inseguridad propia del conurbano, los helicópteros que sobrevuelan la zona y la necesidad de quedarse en la enorme casa familiar frente al peligro exterior que acecha, elemento que desequilibra más aún a esta madre autoritaria que no puede controlar su familia en descomposición.

La puesta de Kamien es pura intensidad y expone a sus personajes a una tensión tal que se vuelve un peso casi insostenible para ellos, que están al  borde de la explosión permanente. En su texto hay humor, hay tragedia, hay delirio y sarcasmo y una mirada cruda no sólo sobrevolando el universo familiar sino la realidad política y económica de nuestro país que se espeja fácilmente en esa familia despedazada por el poder y el “sálvese quien pueda”.

Kamien logra además una precisa dirección de actores, con un Tortonese sobresaliente que tiene momentos antológicos pero que también cuenta con otros trabajos muy destacados en el elenco con Javier Pedersoli (“Clara” “Tóxico”), Horacio Marassi (“Integral Pavlovsky”), Mariano Sayavedra (“Adela duerme serena” “Imprenteros”) y Andrea Nussembaum (“Todo tendría sentido si no existiera la muerte” “Cuando vuelva a casa voy a ser otro”), todos con una importante trayectoria en el universo teatral que aquí en “VASSA” logran un brillante trabajo en equipo acompañando una de las puestas que se transformaron en las imperdibles del año.

“VASSA”

Dramaturgia: Felicitas Kamien, Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu, basada en la obra de Máximo Gorki.

Dirección: Felicitas Kamien

Con Humberto Tortonese, Horacio Marassi, Anabella Bacigalupo, Javier Pedersoli, Mariano Sayavedra, Andrea Nussembaum, Darío Levy, Viviana Vázquez, Rita Gonzalez y Diego Báez

TEATRO REGIO – Avda. Córdoba 6056 – Jueves a Domingos 20 horas.

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