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Por Marcelo Cafferata

No es tan frecuente encontrar en la cartelera películas completamente realizadas en nuestras provincias. Pero afortunadamente, la apuesta federal es cada vez más frecuente y encontramos exponentes como las recientes “Paula” de Florencia Wehbe, “Lxs desobedientes” de Nadir Medina (Córdoba), “Después del Recreo” de Mariano Laguyás (Mar del Plata, Buenos Aires), “Matar a la bestia” de Agustina San Martín (Misiones), “Jesús López” de Maximiliano Schonfeld (Entre Ríos) o “Las mil y una” de Clarisa Navas (Corrientes).

Ahora es el turno de “LAS INTEMPERIES”, una película completamente filmada en Tierra del Fuego con un equipo técnico local, que si bien sabe aprovechar la belleza de un paisaje imponente y único, tal como en los ejemplos citados anteriormente, escapa totalmente de la típica exploración turística para tomar a la geografía como una protagonista más del relato. 

Lorenzo encara la búsqueda de su hermano Diego y emprende ese camino de retorno a su pueblo, donde quedaron algunos temas pendientes, un pasado que sigue atrapándolo por el peso de una culpa que todavía no se ha podido diluir.

A través de los diferentes datos que le van brindando los pobladores, sigue sembrándose la incertidumbre: es muy probable que Diego ya no esté vivo, o no esté en el pueblo o que se haya convertido en quien todos conocen como el “santo de la cascada”, un personaje ermitaño que ha decidido refugiarse en medio de la cordillera del fin del mundo y al que Lorenzo deberá encontrar para aliviar el secreto doloroso que necesita aliviar.

La ópera prima de dos jóvenes directores como Guido de Paula y Andy Riva permite mostrarlos con una particular seguridad para conducir la historia y acompañar  los giros que va planteando el guion de los propios directores, escrito junto a Nicolás Purdía, que toma riesgos y elude los caminos convencionales para relatar esta búsqueda de Lorenzo rompiendo algunos límites en tiempo y espacio y jugando con múltiples referencias cinéfilas.

Un camión en la ruta amenazante del que no se logra ver al conductor, la idea omnipresente y metafórica de un potencial döppelganger, lo gemelar como simbiosis, la hostilidad del paisaje frente al dolor y la soledad, la línea difusa entre pasado y presente y la aparición del personaje de Sully –una víctima de violencia doméstica interpretada por Daniela Castillo Toro-, son algunos de los elementos que se conjugan para generar un clima  enrarecido, por momentos onírico y surrealista que juega inteligente en muchas ocasiones con el fuera de campo para generar ese efecto de tensión y misterio.

Además de la atracción propia de la historia, “LAS INTEMPERIES” cuenta con solventes trabajos en los rubros técnicos destacándose la fotografía de Guillermo Romero que sabe resaltar la belleza de los paisajes y locaciones fueguinas y la dirección de arte de Graciela Pera Robledo.

Para el complejo trabajo de componer a Lorenzo / Diego es realmente un gran acierto en el casting, el hecho de haber convocado a Alfonso Tort, quien ha participado de “El 5 de Talleres” “La noche de doce años” y de las películas  “Fantasma vuelve al pueblo” con la que comparte curiosamente la idea del forastero y del regreso al pueblo de origen o de “Las Olas”, con la que sintoniza en el clima alejado del naturalismo, planteando un viaje con el espectador mucho más rico, creativo e inquietante.

De Paula y Riva construyen una pequeña obra de cámara, desafiante y diferente, arriesgada para consolidar su primer trabajo tras las cámaras, lo que deja con ganas de ver sus próximas creaciones y seguir acompañando un camino que parece dejar sus nuevas marcas de autor.

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