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Por Marcelo Cafferata

Una monja irrumpe en escena con una presencia arrolladora e impactante (un notable trabajo de vestuario de Uriel Cristaro quien también se encarga del diseño de arte del espectáculo) y apenas inicia la obra y comienza a decir su texto, se niega a seguir. Se rebela en escena y rompe con todos los esquemas.

Harta de cumplir con los mandatos, con las convenciones, con las presiones impuestas, necesita poner en acto ese grito interior de “que explote todo”. Rompiendo la cuarta pared y dirigiéndose directamente a los espectadores, se niega a seguir actuando, sólo quiere plantear su propia resistencia y dejar las ataduras,  desde ese primer momento.

El efecto que produce el texto de Flavia Company es inmediato, directo y  provocador. Rompiendo con todas las convenciones y tras el impacto de este quiebre en escena, “SI SALIS CON VIDA” aborda una primera parte donde se permite reflexionar en forma crítica, con mucha acidez, mucho desparpajo pero por sobre todo con una mirada muy inteligente, sobre el oficio de actuar, el mundo actoral, el hecho teatral en sí mismo y la posibilidad de habitar otros mundos a través de los diferentes personajes que una actriz como Karina Hernández ha interpretado a lo largo de su carrera.

A través de una gran catarsis, Karina va despojándose del hábito –nunca mejor planteado el juego de palabras-, para dejar su personaje e interpelar a la platea con planteos muchos más profundos que escapan del plano meramente profesional. Una vez que se libera completamente de las supuestas ataduras del texto, avanza sobre un manifiesto en donde se pone el foco en abandonar las imposiciones, dejar de obedecer y hacer algo positivo con nuestras vidas.

La propuesta de Company apunta a lanzar una catarata de dardos sobre el público, generando esa movilización para despertar y salir de ese universo automático en el que estamos cómodamente instalados sin posibilidad de reflexionar sobre nuestro cotidiano, nuestros propios deseos y lo que queremos realmente hacer en nuestro día a día. Sumidos en las obligaciones laborales, personales, mandatos sociales y el deber ser,  “SI SALIS CON VIDA” propone una rebelión a todas esas imposiciones y nos incita a bucear en nuestras verdaderas pulsiones, dejándolas expuestas para que puedan fluir.

Karina Hernández se entrega por completo al texto, a la propuesta, a pasar de la rabia a la reflexión, de la desobediencia a la calma, del megáfono planfletista a una melodía más quieta que llega a cada alma. Sabe manejar todos los matices y toma todos los riesgos posibles, para salir airosa y triunfante con un trabajo brillante en el que verdaderamente deja todo en escena.

Aun cuando en una segunda parte, una vez que fue planteada la propuesta, la dramaturgia cae en ciertas reiteraciones, el dinamismo de la puesta planteada por Sebastián Suñé en un espacio que recurre al minimalismo para generar una multiplicidad de espacios, hace que el espectáculo se mantenga vivo en todo momento y que la fuerza inicial no decaiga.

La dupla Karina Hernández – Sebastián Suñé ha comprendido a la perfección qué mecanismos articular para que la voraz pluma de Company impacte en escena. Va apareciendo un espejo en el que nos vemos reflejados y sobre el que no hay salida posible que no sea enfrentándonos a nuestros costados menos complacientes y aceptando la presión que siguen generando los mandatos sociales, familiares y culturales en pesan en cada uno de nuestros actos y nuestras decisiones.

Por fuera de su personaje, Karina Hernández habla en el saludo final sobre los tiempos que corren y la importancia de insistir, persistir y resistir, lo que le vuelve a dar significado a lo ya transitado. En algún fragmento del texto también plantea su deseo de ser una Lady Macbeth en el San Martín: sólo será cuestión de tiempo y de la oportunidad, porque su entrega y su oficio es tan magnético que no quedan dudas que ya podría hacer un Shakespeare en el teatro oficial y “romperla toda”.  

SI SALIS CON VIDA

De: Flavia Company

Dirección: Sebastián Suñé

Con: Karina Hernández

NÜN TEATRO/BAR –  Juan Ramírez de Velasco 419- Martes a las 21 hs.

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