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Por Marcelo Cafferata

La Ira De Dios. Diego Peretti as Kloster In La Ira De Dios. Cr. Martin Kraut/Netflix © 2022

Se estrenó en Netflix, una de las plataformas de streaming disponibles más importantes, otra producción del cine nacional, “LA IRA DE DIOS” dirigida por Sebastián Schindel y con los roles protagónicos a cargo de Diego Peretti, Juan Minujín y Macarena Achaga y reavivó nuevamente la polémica sobre la actualidad del cine argentino dentro de este mercado.

Por más que Netflix haya intentado con algunas de sus últimas producciones tratar de construir algunos productos que logren posicionarla dentro de cierto estilo de cine de autor (iniciado con el desembarque de Alfonso Cuarón con “Roma”, “El poder del perro” de Jane Campion que fue la gran nominada de la última edición de los Oscar, o el estreno exclusivo de “Madres Paralelas” de Almodóvar) básicamente se vuelca a producciones orientadas al entretenimiento, cine de género y productos masivos.

Pareciera que cuando un estreno nacional aparece en la plataforma, se le exige un cierto nivel que no se le pide al resto de las producciones extranjeras. En ese sentido, “LA IRA DE DIOS” cumple con todos los condimentos de la mayoría de los thrillers que abundan dentro de su catálogo.

En este caso, convoca a un director muy talentoso como Schindel que ya había tenido a su cargo una producción para esta plataforma (“Crímenes de Familia” con Cecilia Roth y Benjamín Amadeo)  y se toma como punto de partida uno de los best sellers escritos por Guillermo Martinez, “La lenta muerte de Luciana B.”, autor de quien se habían hecho ya otras adaptaciones cinematográficas como “Los Crímenes de Oxford” de Alex de la Iglesia y del que el propio Schindel había tomado su novela “Una madre protectora” para realizar “El Hijo” con Joaquín Furriel y Martina Gusmán.  

LA IRA DE DIOS” abre con la presentación de la nueva novela del afamado escritor Kloster (Diego Peretti) en la mítica librería enclavada en el ex cine Gran Splendid de Buenos Aires que luce impactante bajo la lente de Schindel en una apertura técnicamente impecable, tal como el resto de la película. Entre la multitud que espera el lanzamiento de esta nuevo thriller de Kloster, estarán entremezclados Esteban (el periodista a cargo de Juan Minujín) y Luciana (Macarena Achaga) que lo espera a Kloster en uno de los palcos del tercer piso: el encuentro de estos tres personajes y el hecho que desencadena el conflicto, tendrá a partir de ese momento un prolongado flashback en donde se irá develando todo lo sucedido y cómo se vinculan estos personajes.

El guion del propio Shindel junto a Pablo del Teso irá jugando con la línea temporal para relatar con idas y vueltas del presente al pasado, las relaciones existentes entre los tres personajes y develar una trama que se va ennegreciendo a medida que avanzan los acontecimientos y el estrecho vínculo entre Kloster y Luciana, envueltos en hechos traumáticos de pérdidas familiares que ambos han sufrido.

Kloster es un personaje complejo, perverso, una mente siniestra que parece estar detrás de ciertos hechos negativos que acontecen en la vida de Luciana. Poco a poco, los saltos temporales irán dando una de las miradas posibles a todo lo sucedido, para ir develando una trama en donde están implicadas la justicia, la venganza y la equiparación del daño.

Justamente desde su título, plantea aquella referencia bíblica que alude a la justicia divina como una de las formas de una venganza completa y perfecta que cada una de las almas de los personajes, están buscando. En ese sentido el texto de Martinez despliega un entramado complejo y oscuro que no en todos los casos logra impactar en la pantalla con esa intensidad.

Una de las claves del relato de “LA IRA DE DIOS” es el personaje de Kloster, en este caso a cargo de Diego Peretti que se encuentra llamativamente desajustado. La composición de Peretti es, desde la primera escena, impostada, sumamente teatral, como recitando el texto sin sentirlo y sin darle la profundidad y la negrura que su Kloster necesita. Con una construcción superficial y esquemática para un personaje que daba para mucho más, Peretti es un instrumento completamente desafinado dentro de la orquesta.

Se destacan en este caso, los roles secundarios con pequeñas apariciones de Germán De Silva, Romina Pinto, Guillermo Arengo y Silvina Sabater que impulsan desde distintos personajes el ritmo de la trama. Por su parte, Macarena Achaga (de “Luis Miguel, la serie” y del reciente estreno de HBO “El padre de la novia”) tiene muy buenos momentos aunque en algunas escenas pueda notársela dubitativa, restando algo de fuerza a su personaje y cerrando el trío protagónico, Juan Minujín como el periodista que busca sacar a la luz la verdad, cumple con absoluta corrección su rol.   

Shindel demuestra una vez más su virtuosidad y su talento para lograr una puesta en escena con momentos de impacto, aunque se extrañan los riesgos que había tomado en su impactante debut con “El Patrón”, destacándose una notable prolijidad en los rubros técnicos y en la dirección de arte de Sebastián Orgambide.

LA IRA DE DIOS” abrió nuevamente la polémica (tras el reciente estreno de “Granizo” de Carnevale) sobre la calidad del cine nacional dentro de las plataformas, pero logra cumplir con la receta propuesta, aunque con otro protagonista o con otras marcaciones del director hacia Diego Peretti, el resultado final hubiese cambiado notablemente.

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