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Por Rolando Gallego.

Mientras disfruta del suceso de “Si yo fuera rico” (2019), una de las películas más taquilleras en España, Álvaro Fernández Armero presenta en plataformas su película anterior “Las ovejas no pierden el tren” (2014), protagonizada por Alberto San Juan, Inma Cuesta, Candela Peña y Raúl Arévalo, entre otros.

Dos hermanos y dos hermanas comparten sus mieles y amarguras mientras avanzan con cada una de sus inquietudes, deseos, anhelos y expectativas ante el “tren de la vida” que los hace tomar decisiones apresuradas, muchas de ellas, que impactan negativamente en todos.

Una mujer que desea a toda costa quedar nuevamente embarazada, un periodista que necesita volver al ruedo, otro que disfruta de una relación con una mujer más joven, y otra que quiere casarse a toda costa.

Paralelamente unos deberán lidiar con la enfermedad de su padre, y otras con la presión de una madre (Kiti Manver) que se mantiene más viva y activa que nunca.

Fernández Armero pinta un fresco de situaciones que incluye la vida en la ciudad y en el campo como epicentro de las relaciones y en donde mucho de una reflexión a los gritos dicha por ahí “voy a perder todos los trenes del mundo” asociada además al título del film proporciona el preámbulo para que se comprenda la idea principal de esta película. Todos necesitamos a alguien para ser felices.

El elenco protagónico, más participaciones especiales de algunos secundarios, no hacen otra cosa más que reafirmar la habilidad del director para desarrollar la épica de deseos cruzados que atraviesa todo el relato de la película, una comedia dramática que se apoya en las actuaciones pero también en los escenarios naturales en donde todo transcurre.

Las ovejas no pierden el tren se puede ver en NETFLIX.

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