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Por Marcelo Cafferata

Gustavo Fontán, suma detrás de la cámara a Gloria Peirano (novelista, docente universitaria y co-guionista de algunas de sus películas) para explorar en un registro documental, todas las sensaciones, anécdotas, vivencias con las que vuelven a vibrar los protagonistas frente a una propiedad que presenta un piso absolutamente vacío, pintado de blanco, sumamente iluminado y atravesado por la luz natural.

Allí cada uno de los diferentes testimonios echarán a rodar su propia historia, sus recuerdos, aparecerán sus propias disgresiones en ese espacio libre de referencias – que por momentos hace recordar a la tela “blanca” de Jazmina Reza en ART- que oficiará de disparador para asociaciones libres, deseos y relatos, que van entablando un diálogo fluido con la cámara.

La diversidad de abordajes y la heterogeneidad de las reacciones frente a este espacio pleno y disponible para que cada quien lo habite con su propio bagaje, permiten la construcción de un relato coral que se nutre, justamente, de la diversidad de tonos y matices por los que va atravesando el documental con cada experiencia.

En “EL PISO DEL VIENTO”, la habilidad de Fontán, que ya ha marcado todo un estilo con sus realizaciones como “El limonero real” “La madre” “El Árbol” o su más reciente relato de ficción en “La Deuda”,  y Peirano,  para ir atrapando al espectador se demuestra en que, a poco de iniciada la propuesta, aún sin entender demasiado cuál es el objetivo con el que han ingresado las personas al inmueble –en un principio parecieran ser interesados en realizar alguna transacción, como si fuese una típica visita de gestión inmobiliaria-, ya no interesará porqué han llegado allí,  sino cuál es la propuesta que traerán consigo para sorprendernos con lo que expresarán cuando se encuentren con ese piso completamente vacío al que van llenando y habitando con sus presencias.

Con un registro casi catártico de las sensaciones, sentimientos y percepciones que van apareciendo en cada visitante, no quedarán fuera de los testimonios las referencias familiares, la de ciertos hechos políticos contemporáneos sumamente importantes –el peronismo y la dictadura estarán muy presentes- que también juegan con el fuera de campo de quien los filma y registra, silenciosamente, esa particular intimidad que se despliega en cada testimonio.

POR QUE SI:

“Un relato coral que se nutre de la diversidad de tonos y matices”

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