Por Marcelo Cafferata
En esta nueva edición de Espanoramas nos encontramos con una buena cantidad de trabajos documentales y otras películas como la de Lamberti que eligen navegar a dos aguas entre el registro documental y la ficcionalización de sus personajes reales.
Lamberti se sumerge con su cámara entre los habitantes de la Cañada Real, una zona de asentamientos ilegales surgida en la década del ’70 en el centro geográfico de España, haciendo foco en lo que le sucede a la familia Gabarre Mendoza, en cuyo hogar conviven varias generaciones.
Dentro del esquema de cine social que tiene gran preponderancia dentro de la selección de este año, “LA ULTIMA PRIMAVERA” muestra la cotidianeidad y los momentos por los que atraviesan estas familias en condiciones de vulnerabilidad económica y su reacción frente a la noticia de que en un plazo perentorio perderán su vivienda dado que será derribada y ellos serán desalojados.
La delgada línea de lo real y la ficción, los actores no profesionales frente a situaciones impregnadas de un registro documental, son la herramienta que le imprime la potencia a un relato que, por momentos, se presenta sinuoso e inasible, sin una estructura tradicional que hace que el foco se torne errático y cueste seguir a los personajes que se presenta.
La fuerza en el planteo de Lamberti será entonces la posibilidad de acompañar a sus personajes con su inquieta cámara en mano y sin ningún tipo de sentencia moral ni juzgamiento. Elige retratar su realidad en cada uno de los detalles quee describe y amplifica, donde pone énfasis para compensar tanta invisibilidad social, para darles un espacio dentro de su cine y acercarnos como espectadores a un terreno que parece olvidado, perdido, inexistente.
Viernes 04/06 18 horas / Disponible en la Festival Scope por 48 horas