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Por Rolando Gallego

¿Qué pasa cuando el silencio termina por resquebrajar el presente? La nueva propuesta de Martín Desalvo, Hija,  trae una profunda reflexión, otra vez en suelo misionero, en donde además, habla de cómo los jóvenes deben adaptarse a cuestiones completamente ajenas, en apariencia, a ellos. Por acá cuenta detalles de la producción.

-¿Qué encontrás en Misiones para rodar tus proyectos y cuál fue el disparador de Hija?

-Encuentro una mezcla bastante ideal de cuestiones artístico/técnicas, por un lado la parte dura, de financiación, hay un Instituto y una Ley de Cine que destina fondos y eso hace que combinado con los del INCAA se puedan realizar películas, cosa que está complicada para este tipo de filmes independientes y de mediano presupuesto. Por otro lado está la parte artística, que me parece fundamental. La película la escribimos mientras estábamos realizando la investigación para El silencio del cazador, y ahí apareció la posibilidad de adaptar el cuento corto de Horacio Quiroga, El hijo y después ganamos el concurso. El silencio empezó a crecer y por eso se filmó y estrenó antes, Hija se fue postergando también por la pandemia.

-¿Cómo trabajaste con la protagonista para lograr el verosímil en el proyecto?

-Jazmín tiene una capacidad de composición muy interesante, una gestualidad muy intensa y particular y trabajamos un poco el acento para insertarla ahí, en Misiones, y la cuestión física emocional, cómo es estar atravesada por esa búsqueda, de querer saber qué fue de su madre, qué pasó en esa familia durante su infancia y cómo eso la marcaba y en la adolescencia, y todo eso llevó a construir esta joven, nacida en un entorno tan duro, de pocas palabras, con esa muerte casi tabú de su madre, eso hizo a la construcción de Juana.

-Los sueños, o el pasado que acecha, son parte muy presente en tus películas ¿por qué?

-No lo sé (risas), en principio no lo sé, lo que podría decirte es que el pasado cada día para mí adquiere una importancia mayor. Me doy cuenta de la necesidad y complejidad que somos seres hechos por el pasado y muchas veces lo dejamos de lado, prestando atención al futuro y lo que vendrá, pero creo que hay que repensarlo, repensarnos como personas con ese pasado en común que nos lleva a ser lo que somos hoy, porque el país, la sociedad y el mundo está hecho del pasado.

-Mora vuelve a tener participación en un proyecto tuyo, ¿qué te aporta, más allá de ser tu compañera de vida, en cada una de las películas?

-Este proyecto, al desprenderse del cuento El Hijo, iba a ser sobre un padre y su hijo, y Mora, cuando lo leyó, sugirió que fuera una hija, dándole una dimensión más compleja al personaje, porque no es lo mismo un joven adolescente que una joven adolescente metida en este mundo tan hosco y hostil de la producción de carbón artesanal en el medio del monte, viviendo con todo lo que eso implica, un padre alcohólico y eso le dio una dimensión interesante y eso es una de las tantas cosas que Mora aporta, además de ser una excelente actriz, porque lo que logra, esa verdad, siempre, haciendo personajes totalmente distintos y con una versatilidad única, además de eso, y de ser directora de casting, de hecho la sugerencia para que Jazmín sea la protagonista, también fue de Mora, me aporta un cúmulo de cuestiones que no sólo tienen que ver con su trabajo como actriz sino de ver el proyecto en su conjunto, algo que se agradece y me da mucha confianza, y deposito en ella confianza, porque me da esa mirada global de los proyectos.

-¿Cuál fue el inconveniente más grande al rodar en la naturaleza?

-Son siempre los mismos, las incomodidades, el no poder hacer una base permanente, el depender de las condiciones climáticas, y en la selva además se agrega un poco el combo de los inesperado, que muchas veces en vez de perjudicar, beneficia a las películas, si uno logra revertir y verlo como una plusvalía, termina jugando a favor en la imagen, que es lo más importante.

-¿Expectativas con el estreno?

-Son buenas, estoy muy contento, porque siempre es alentador y feliz estrenar, y si bien ahora los números no son los que eran antes, la gente está volviendo al cine, algo que no se puede reemplazar, porque el cine en el cine es muy único así que estoy contento y esperanzado.

-¿Con qué te gustaría que se conecten los espectadores?

-Me gustaría que se conecten con la historia, el devenir de Juana, que puedan entrar en ese viaje mental y emocional que ella atraviesa y nosotros acompañamos como espectadores, porque la película propone meterse en la psiquis de ese personaje y es interesante acompañar ese viaje. Espero que invite a hablar, a charlar, a reflexionar.

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