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Por Rolando Gallego

Lucas Combina y Reynaldo Sietecase en la avant premiere de la película

Tras sorprender con la serie La chica que limpia, que fue adaptada en varios países del mundo, Lucas Combina ahora dirige su potente primera película la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Reynaldo Sietecase, Un crimen argentino, protagonizada por Matías Mayer, Nicolás Francella, Malena Sánchez, Darío Grandinetti, Rita Cortese, Luis Luque, César Bordón y Alberto Ajaka, entre otros. Por acá nuestro diálogo con el realizador.

-¿Qué es esta osadía de arrancar con tremenda ópera prima?

-La culpa la tiene Juan Pablo Buscarini, él es el culpable, creo que él me buscó por La chica que limpia, serie que dirigí, y se me acomoda muy bien el policial en términos de historia, así que él es el culpable de confiar en que podía filmar esta película.

-Estaba la propuesta pero arrancaste y tenías este gran elenco, la novela en la que se basó, inspirada en hechos reales, ¿cómo se sigue?

-Lo primero que me impactó fue el guion, donde descubrí el caso, ahí fui al libro de Reynaldo, y empecé un trabajo de investigación, el caso me atrapó, la historia, contundente, que retrata una época difícil, y que a la vez tiene todos los condimentos que tiene que tener un policial, entonces por un lado me atrapó, o me sedujo el género, y por otro lado saber que estaba basado en un hecho real en un contexto supercomplicado de Argentina. Después empezamos a rabajar en la pre producción donde sentíamos que necesitábamos un buen elenco y fantaseábamos.

-¿Tiraban nombres y soñaban con los intérpretes?

-Sí, con Juan Pablo teníamos algunos que ya sabíamos que podían ser y con otros que sí, fantaseábamos.

-¿Cómo fue dirigir a este elenco en el que tenés, además, dos generaciones diferentes de intérpretes?

-Justamente una de las cosas que nos gustó fue eso, porque por un lado estaban Nicolás, Matías y Malena, con un “power” más nuevo pero que a la vez tienen experiencia en cine y series, y por otro lado a los consagrados, que queríamos que estén, como Rita, Alberto, Cesar, Luis, además de traer a alguien de Córdoba, Pablo Tolosa, con quien había trabajado en otras oportunidades, armando un gran equipo y estuvo bueno ese contraste entre todos. Al principio tenía la sensación de “tengo que dirigir a Darío Grandinetti, que lo dirigió hasta Pedro Almódovar”, pero después ví que era uno más en el equipo, construimos el personaje, y nos conocimos en el set.

-¿Sentías presión por esta tremenda aventura?

-Todo el tiempo, hasta hoy, y una sensación de responsabilidad, porque por un lado veníamos trabajando en un guion, una historia, que estaba basada en un contexto real, real para muchos, con un registro de la brutalidad de la época, entonces estaba la responsabilidad de saber que no es sólo una película, sino que había muchos factores personales, más allá del género y del policial.

-¿Qué te gustaría que pase con la película?

-Primero que volvamos al cine, que siento que está pasando un poco eso, se está estrenando en un buen momento, la película da ganas de verla en el cine, tiene una propuesta, una puesta en escena, tiene una época, una buena fotografía, se escucha bien, hay música, es una película muy completa en este sentido para disfrutarla y aprovecharla en el cine. Y por otro lado saber que después del recorrido en sala, contamos con el lanzamiento en una plataforma. Es un buen momento para ir al cine, para volver al cine, porque la pandemia nos dejó un poco hogareños, lo mejor que puede suceder es que se llene la sala, para una película argentina, hay que volver al cine, porque si la gente no va, no hay cine, la ecuación es simple, hay que volver al cine para ver cine argentino.

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