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Por Rolando Gallego

Con la excusa de la presentación de la película EL GERENTE hablamos de la profesión el mundial y cómo es trabajar juntos por primera vez.

-¿Sensaciones de estrenarla en simultáneamente en cine y plataforma?

-Carla Peterson: Estamos muy contentos de poder compartirla, es el momento que todos esperamos después del trabajo que hicimos, se estrena y ya está todo hecho y solo queda disfrutarla, además estamos contentos porque estoy segura que les va a encantar porque es una película muy linda.

-Leonardo Sbaraglia: Además hoy tenemos la premiere y es lindo porque estamos volviendo a disfrutar y compartir, son como tres salas llenas de gente que le interesa ver la película, y poder compartirla con los amigos y la familia, con eso de volver a las salas, volver al cine, volver a encontrarnos con cosas que hacemos acá, cosas nuestras, que hablan de nosotros, de nuestros sentimientos, pasiones, identidad, una película bien argenta y lo que ahora esperamos es que la gente se entusiasme y la película de alguna manera guste, entretenga, que deje cierta marca.

-Es la primera vez que trabajan juntos ¿verdad?

-LS: Sí.

-CP: Estuvimos por hacer algo, y ahora hicimos esto y después empezamos con otros proyectos que nos sorprendieron. Lo vi a Leo, cómo prepara su trabajo, las escenas, lo veía desde afuera, porque estuvimos mucho tiempo sin hacer esto. Y ahora que él hablaba de la premiere, me acordaba eso de cuando se hacían por streaming recitales, no había público te quedabas ahí y apretabas un botón.

-LS: Por suerte se terminó todo eso.

Y esta película nos habla del otro mundo y éste que empezamos a atravesar, de hecho se viene un mundial, y la película te mueve sensaciones, emociones, te hace latir el corazón más,  fuerte, igual que el mundial, hablando no solo de la campaña, sino de un padre, una familia, del grupo de trabajo.

-¿Se acordaban algo de la campaña?

-LS: En mi caso, por cuestiones personales, poco y nada, no me acordaba y apenas me dijeron sí, me empecé a acordarme de cosas, y me pareció un caso emblemático y un gran puntapié inicial para una película y que la gente se entusiasme para volver al cine, además es una película que habla de otras cosas, de la intuición, de la posibilidad de ser más valiente, de tomar el toro por las astas de la propia vida, porque a veces parece que uno vive la vida de otro, la vida prestada, que otros quieren que vivas, y Álvaro se da cuenta en un momento que quiere vivir su propia vida y reencontrarse con relaciones que había perdido por miedo, porque el miedo a veces te puede alejar de lo que vos querés.

-¿Cómo fue la construcción de los personajes?

-CP: Ella es una desconocida para el grupo, pensaba en el lenguaje que utiliza, en cómo los trata, cómo se sentía siendo de otro lugar, no encontrando equipo en dónde apoyarse, está muy sola, y cuando ella dice que no la está pasando bien, es el momento más sincero. Me apoyé mucho en el director, y entre el equipo de maquillaje, pelo, armamos este personaje que tiene algo de mi hermana que es muy parecida, porque es muy profesional, muy seria y muy divertida también. Siempre trato de agarrarme de esas cosas. Además me interioricé en el mundial, que yo no lo viví con tanta euforia, por temas de horarios, no nos venía yendo muy bien, me costó mucho ese mundial, así la armé. Después es lo que pasa ahí, me invitaron a jugar un buen partido con unos buenos jugadores, así que me encantó, me hizo “jugar” mejor.

-LS: Lo fuimos armando con el director, él decía que el personaje le recordaba mucho al papá, a mí a mi abuelo, creo que mucha gente mientras hacíamos la película nos decían “estoy viendo a mi papá o a no sé quién”, porque el personaje es anacrónico, puede ser de los ochenta o setenta, es un tipo que se quedó en el tiempo, en otra época, es alguien que no se fue aggiornando, que no se fue soltando, que no se fue abriendo a la vida y la idea era encontrar a este hombre gris, burócrata, aburrido, y la composición física, con pocos elementos, logramos encontrarlo, con algo del cuerpo, me ayudó que me pusieron una panza, el pelo, me abrieron las entradas, el bigotito, y después ir encontrándolo, me ayudó hacer algo en escena que no me había animado y hacerlo, lo convocaba a mi abuelo en la imaginación para que me acompañe y en el rodaje pasaron cosas muy mágicas.

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