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Por Rolando Gallego

El 26 de octubre llega a Star+, El encargado, una nueva serie cargada de sarcasmo y acidez que, de la mano del actor Guillermo Francella en el papel principal Eliseo. En ella Moro Anghileri encarna a Paola, que trabaja como niñera en el edificio, al cuidado de un chico llamado Thiago.

-¿A cuántos Eliseos conociste en tu vida?

-Me da la impresión que en esta época, y en todas, el poder que tiene la información, quién la tiene, y como en este caso depositarla en un encargado de edificio, es algo muy artesanal, llevarlo a una escala muy chiquita y reconocible, no porque todos los porteros sean así, o con eso articulan todo lo que articula Eliseo, hay algo de manejar la información que es interesante, como super maquiavélico y shakesperiano, un personaje que va a por todo desde dónde puede, con mucho poder y muy poco al mismo tiempo, tiene el poder de la información y de lo privado de las personas y su vivienda, y a la vez muy poco.

-¿Cómo recibiste la propuesta y qué podés contar del detrás de escena de la serie?

-Fue muy gustoso, un trabajo muy cuidado en todos los sentidos y rubros y desde todas las etapas, nos encontramos en una escena todos, y fue muy lindo, porque ponías la cara a todos, por más que a algunos los conocía. Creo que todos tuvimos uno a uno escenas con Guillermo, que está en todas las escenas, y es muy lindo encontrarse con alguien que trabaja con tanto oficio y timing, es como ponerse en regla para entrar a jugar en una cancha muy marcada y sofisticada.

-¿Qué fue lo que más te gustó del personaje?

-Creo que no había hecho algo parecido, relacionado con cierta pasividad y dejar que algo del otro ocurra más allá de uno, y como actriz siempre es dejarte llevar y entrar en la ola que trae el otro, pero Paola es un personaje que no termina de ingresar en lo que se está urdiendo en el edificio, viniendo de afuera a trabajar que le permite tener una relación amigable con Eliseo, de manera honesta, aunque veremos si lo es tanto, pero entre eso, algo medio pasivo y de buena onda era como una pincelada diferente dentro del color general del edificio.

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