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Por Marcelo Cafferata

Una platea muy joven colma el teatro Ópera. Quizás para muchos de ellos sea su primer acercamiento a “RENT”, un musical que a fines de los ’90 revolucionó la cartelera de Broadway presentando los vínculos de un grupo de jóvenes bohemios en la Nueva York de principio de los noventa en donde no era nada sencillo vivir en la Gran Manzana y muchos menos en los barrios como Alphabet City, donde se desarrolla la historia.  Los problemas para conseguir vivienda (de ahí el Rent del título = alquiler) y la constante amenaza con terminar con las cosas en la calle dan un marco sombrío a una historia que luego irá adentrándose más aún en situaciones críticas cuando aparezca el fantasma del SIDA atravesando a toda una generación.

A pesar de no respetar estrictamente los cánones de los musicales más brillantes de Broadway con canciones pegadizas y típico happy ending, “RENT” se hizo un lugar entre las obras más famosas y no solamente logró estar durante doce años en cartel sino que tuvo también la versión cinematográfica de Chris Columbus con Idina Menzel, Rosario Dawson y Sarah Silverman y en el 2008 conocimos su primera versión porteña dirigida por Valeria Ambrosio en el Cultural Konex con Germán Tripel, Florencia Otero, Deborah Turza y Laura Conforte. 

En propias palabras de Fer Dente, que afronta su segundo desafío en la dirección después de la puesta de “Heathers”, esta obra habla de “un grupo de personas que se aferran al deseo de sobrevivir, de enamorarse y de acompañarse para palearle a lo inevitable”. Claramente lo inevitable es el fantasma de la muerte que atraviesa toda la obra de Jonathan Larson con su mirada desoladora en una Nueva York que no es precisamente la más glamorosa que hoy conocemos sino internándonos en ese East Village que era una mezcla de culturas, arte callejero, rock y drogas duras con personajes de dudosas reputaciones.

La puesta de Dente se apoya sobre todo en la primera parte al impacto visual: una escenografía que permite trasladarnos a ese barrio poblado por personajes quebrados viviendo en el filo, que logra una gran potencia a través del uso del mapping que no sólo va presentando a cada uno de los personajes sino que genera diferentes ambientes con las proyecciones que van ambientando las diferentes escenas.

Hay algo de lo oscuro y roto en cada una de las almas de los protagonistas de “RENT” que no logra fluir en la primera parte. Dente apuesta a un ritmo más pop y parece no querer zambullirse del todo en el drama de cada una de las historias. Si bien los cuadros que tienen un gran apoyo en el ensamble -¡que es perfecto!- hablan de las desdichas y la desolación que invade a este grupo de artistas, los protagonistas parecen girar en otro ritmo diferente. De todos modos en la primera parte del show, tanto los talentos vocales de todo el elenco como las impactantes coreografías de Vanesa García Millán logran que el espectador pueda ir metiéndose en la historia y hay momentos de gran belleza como “La vie bohème” un excelente cuadro en donde participa todo el elenco.

Lo mejor está en el segundo acto: el elenco abre con “Ciclos de Amor / Seasons of Love” uno de los hits del espectáculo y de ahí en adelante, la historia parece teñirse del color que “RENT” requiere para que el dramatismo de la puesta aparezca en escena.

Si bien todo el elenco es sumamente talentoso y despliegan todas sus dotes para demostrar que pueden cantar, bailar y actuar y que son verdaderos referentes  dentro de esta generación de artistas de comedia musical, un capítulo aparte merecen Ana Devin y Eugenia Gil Rodríguez que arrancan todos los aplausos de la platea con la feroz “Take me or leave me” en sus viscerales personajes de Maureen y Joanne. Por su parte, Tomás Wicz (a quien vimos en varias producciones cinematográficas y en “Precoz” dirigido por Lorena Vega) lleva brillantemente el hilo narrativo de la historia con ese cineasta en construcción que es Mark, a quien Wicz dota de calidez y vulnerabilidad en partes iguales y que tiene grandes momentos destacados, mostrándose como un actor completo y todo terreno. El Ángel de Juan Manuel Outeiro tiene presencia, calidez y frescura aunque se extraña la osadía y el desparpajo del Ángel de otras versiones.

La pareja protagónica tiene verdaderos momentos de alto voltaje musical que le permiten desplegar a Ángela Torres todo su talento y su potencia vocal aunque no tiene el physique du rol ideal para Mimi.  La química con Roger de Pablo Turturiello tiene momentos muy destacados y ambos logran vibrar en las canciones que tienen a cargo con un excelente cuadro con “No hay más que hoy / No day but today”.

El epílogo con “Vivimos en América / What you own” también es uno de los puntos más altos de la puesta, que tiene un brillante segundo acto en donde Dente encuentra la mixtura correcta entre drama, ópera rock y espectáculo musical.  Una nueva versión de “RENT” se ha instalado en Buenos Aires, para volver a recordar esa época de videocámaras, contestadores automáticos, teléfonos públicos, lejos de la internet y los celulares, de la hiperconexión, aquellos noventa donde las calles de Nueva York eran calles de fuego y donde sólo el AZT daba esperanza a toda una generación devastada por un flagelo inexplicable.

RENT

De: Jonathan Larson

Dirección General: Fernando Dente

Coreografía: Vanesa García Millán

Dirección Musical: Tomas Mayer Wolf

Con: Angela Torres, Pablo Turturiello Tomás Wicz, Eugenia Gil Rodríguez, Ana Devin, Sacha Bercovich, Juan Manuel Outeiro y Fran Vázquez.

TEATRO OPERA – Avenida Corrientes 860

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