Por Marcelo Cafferata
OPERACIÓN CHOCOLATE de Silvia Maturana y Carlos Castro
Nuevamente la guerra de Malvinas es marco de un trabajo documental, pero en este caso, partiendo de una anécdota pequeña, que crece a medida que se recorre la historia, se muestra el poder de los medios y las estrategias llevadas a cabo por el Gobierno Militar para comenzar a negar todo lo verdaderamente ocurrido con los soldados en plena guerra.
Es la historia de Gustavo Vidal, un niño de siete años en aquel entonces, que envía una carta escrita de su puño y letra dentro de un chocolate destinado a las colectas que se realizaban para los solados que combatían en el frente. Todos recordamos haber aportado algo a esa causa y por lo tanto el documental se construye como un documento revelador sobre nuestros recuerdos entrañables.
La historia tomó ribetes insospechados, siendo tapa de revista Gente (de enorme tirada en ese momento) bajo el título de “¿Qué pasó con el chocolate que le mandé a un soldado?” donde se desnudaba el hecho de que el chocolate que contenía la carta había sido comprado en un kiosco de Comodoro Rivadavia. A partir de este hecho, se pensó en el destino que habrían corrido una incontable cantidad de objetos de valor económico y afectivo (desde aros, lingotes de oro, collares, joyas y hasta autos de alta gama), donados en la maratónica “Las 24 horas por las Malvinas” programa conducido por Pinky y Cacho Fontana.
El documental reconstruye a través del recorrido de Vidal todo el proceso de “desmalvinización” que comenzó en nuestro país acompañado por el quiebre del Gobierno militar frente al descubrimiento de lo que había sucedido con los pibes que habían sido mandados a la guerra que retrataron en sus testimonios momentos durísimos, completamente alejados de lo que se decía en los medios por aquellos momentos en donde sufrieron hambre, frío y hasta torturas.
Como enorme subtexto aparece el rol de los propios medios que habían servido de aparato a la dictadura que ahora pretendían despegarse de esa imagen en el juego del “sálvese quien pueda” que se dio lugar en la decadencia de la dictadura, completamente debilitada. En un tono simple pero profundo, “OPERACIÓN CHOCOLATE” permite una nueva mirada de la guerra de las Malvinas recordando el marco social y político previo a la llegada de la democracia.
CAMINO AL ÉXITO de Sebastián Rodríguez
Hugo es el típico mecánico de pueblo que, ante la imposibilidad de crecer económicamente y desarrollarse en otra ciudad, pasa sus días con una cierta frustración por los sueños no cumplidos, viviendo con su hermana y su sobrino. Cuando su camino se cruza con el de Guillermo, un buscador de talentos que identifica a su sobrino Enzo como una potencial promesa futbolística, aparece una fuerte motivación para cumplir no sólo con el sueño de su sobrino sino también retomar las riendas de su propia vida.
“CAMINO AL ÉXITO” se detiene en todo lo que va sucediendo en este viaje que encaran tío y sobrino hacia la Capital para llegar a probarse dentro de un club de fútbol y, potencialmente, iniciar una carrera. La película tiene toques de road movie –con los típicos personajes que los protagonistas se van encontrando en el camino con los que van entretejiendo diferentes anécdotas- que en este caso se mezcla perfectamente con un tono característico de las buddy movies. Durante este viaje introspectivo se profundizará el entrañable vínculo y la complicidad que surge en la relación tío–sobrino, enriquecido por las actuaciones de Sergio Prina como Hugo y de Benjamín Otero como Enzo que logran una chispeante química en pantalla.
El guion del propio Rodríguez apuesta a situaciones simples y perfectamente reconocibles que le imprime un tono real y fresco a la historia. Con las participaciones especiales de Eugenia Guerty (como Marcela, la mamá de Enzo), Germán De Silva y Erika de Sautu Riestra, esta primera incursión de Sebastián Rodriguez en la dirección, habla desde su sinceridad y su franqueza, desde su simplicidad y su tono de fábula moderna, sobre las segundas oportunidades que aparecen en el momento menos esperado y la posibilidad de saber aprovecharlas.
