Por Rolando Gallego
Con un inicio animado, en donde El Guasón y su sombra luchan por el protagonismo en una premiere, la nueva entrega de El Guasón, titulada Guason 2: FOLIE A DEUX, propone un viaje extremo a la mente de un personaje perdido pero que intenta, todo el tiempo, encontrar su curso.
En la primera escena, animada, de Guason 2: FOLIE A DEUX, está la clave del relato. La sombra del Guasón intenta asumir su lugar, y mal que le pese al verdadero Guasón, o a Arthur Fleck, encarnado magistralmente una vez más por Joaquin Phoenix, ese intento de posicionarse como real derivará en el ambiguo relato que Todd Phillips preparó, y en donde, una vez más, la decadente sociedad americana de la era Reagan, servirá de contexto para hablar de mucho más.
Arthur está en el asilo Arham esperando ser juzgado por los crímenes que cometió. 5, en realidad son 6, pero hay uno del que nadie aún sabe nada. Su abogada (Catherine Keener) intenta traerlo a la realidad y hacerle comprender que el Guasón, es sólo una parte de su psique y que con el adecuado tratamiento se evaporará por y para siempre.
Pero en medio de ese intento de volver a ser “alguien” conocerá a Harley (Lady Gaga) una paciente amante de la música y los musicales que lo acompañará, no siempre de la mejor manera, en su transformación.
Guason 2: FOLIE A DEUX juega todo el tiempo con el musical más clásico de Hollywood, el de la época dorada, uno que en el exceso encontraba su razón de ser, y que Phillips, hábilmente, y sabiendo que iba a contar con Gaga, propone explorar y homenajear en cada melodía que suena y cada número musical presentado.
Esa imagen primera de la sombra en la animación, se arrastrará todo el relato, impulsando al espectador a averiguar por sí mismo si estamos frente a un sueño, al verdadero Guasón o simplemente frente a un hombre, víctima de todos los abusos posibles y que, en su intento de liberarse del pasado, destruyó todo en el presente.
El Guasón es el disfraz de Arthur para liberarse, del pasado, de sus recuerdos, de sus dolores, pero ahora ya no es más eso que él creía, ahora es la condena por la que debería pagar sus culpas, a pesar de haber creído encontrar el amor, que también lo podría liberar.
En un momento, de comedia, de drama, de musical, pasamos a película de juicio, básico, esquemático, y en ese momento Arthur es expuesto a su memoria, acaso algo que ya había imaginado perdido, pero que, al entrevistar a un amigo que le recuerda que fue un buen tipo, todo se transforma para siempre.
Porque en el fondo, si de algo nos habla Guason 2: FOLIE A DEUX, es de la humanidad, de esos pequeños gestos olvidados y que un Presidente buscó borrar. Y ahí comienza el último acto de la película en donde Arthur se enfrenta a sí mismo y se pregunta “si decido volver a hacer lo que era antes de asumir la caparazón del Guasón y enfrentar al mundo que todos los días me hacía mierda, entonces no soy nada” y no vamos a revelar cuál es la decisión que toma, porque acabaríamos con la sorpresa del espectador que vaya a verla.
En Guason 2: FOLIE A DEUX hay poca acción, pero hay baile y hermosas canciones, hay humor, y tristeza, y eso la hace distinta a su predecesora, no mejor, no peor, es otra cosa, y sólo por el hecho de animarse a hacer eso y dejar una firma autoral, es que hay que verla.
Phoenix, una vez más, brilla con un personaje hecho a su medida, secundado por Gaga que explora su talento actoral con valentía, en una película sin risas, sin acción, pero con mucha reflexión y valentía.