Por Marcelo Cafferata
“El viaje perfecto es el que dura la noche entera,
Porque es como si no hubiera ocurrido”
“Bahía Blanca” es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Martín Kohan, escritor que ya había tenido una exitosa trasposición a la pantalla de su novela “Ciencias Morales” en el filme “La Mirada Invisible” de Diego Lerman.
Ahora es el turno de “Bahía Blanca” historia que tiene como eje la ciudad al sur de la provincia de Buenos Aires, definida por sus propios pueblerinos como una ciudad cargada de negatividad y supersticiones pero que, sin embargo, será el espacio ideal para que Mario, un docente universitario que la elije justamente para escapar de su pasado, encuentre el refugio esperado.
Ciertos hechos dolorosos lo llevan a esa geografía marcada como maldita, para ir purgando el dolor de una reciente separación con su (ex)mujer, en la que todavía aparecen reproches pero por sobre todo, una desesperación por recuperar lo perdido.
La ópera prima de Rodrigo Caprotti adapta eficazmente el texto de Kohan alejándose de las marcas literarias y construyendo un clima cinematográfico propicio para que se instale poco a poco la negrura del personaje de Mario (otro gran trabajo de Guillermo Pfening), quien, lentamente, comenzará a develar un secreto que le quema el alma. Con un sólido elenco que se completa con las actuaciones de Javier Drolas, Elisa Carricajo, Marcelo Subiotto y Ailín Salas.