Por Marcelo Cafferata
Uno de los grandes lanzamientos de la ficción nacional de este año llega a su fin: “EL PRIMERO DE NOSOTROS”. Telefé emitirá hoy el último episodio por la pantalla de y para quienes no hayan podido seguirla durante estos 59 capítulos, tienen la posibilidad de recuperarla por Flow y Paramount+.
El centro de la historia está puesto en el personaje de Santiago Luna (Benjamín Vicuña) quien recientemente ha recibido una impactante noticia: una enfermedad terminal y un diagnóstico complejo lo enfrentan a los pocos meses de vida que le quedan. Esta noticia no solamente movilizará a Santiago sino que además hará que cada uno de los amigos que conforman un grupo sumamente unido e inseparable, se replantee lo que está ocurriendo con sus vidas, las decisiones que tienen pendientes y platearse qué le sucedería a cada uno de ellos si hubiesen recibido esa noticia, impulsándolos a un proceso de cambio, a vivir la vida que realmente quieran.
Jimena (Paola Krum) deberá replantearse su situación afectiva dado que si bien se encuentra en pareja y a punto de casarse, tiene una historia de amor pendiente con Santiago. La enfermedad precipitará a que se tomen ciertas determinaciones a partir de los verdaderos sentimientos que comienzan a aflorar nuevamente.
Jorgelina Aruzzi es Valeria: una escribana con el sueño pendiente de ser mamá, embarcada en cuanto tratamiento de fertilización fuese posible, sin que ninguno de ellos haya dado resultado. Iniciará un vínculo con otro de los amigos del grupo Nicolás (Luciano Castro) un bon vivant, mujeriego empedernido que apuesta a que el vínculo con Valeria le permita madurar y establecerse seriamente.
Por su parte Nacho (Damián De Santo) sorprenderá a todos con la revelación de su elección sexual y el duro proceso de salir del closet y enfrentar la verdad tanto en el grupo de amigos como con su mujer y sus hijos y cierra el equipo Mercedes Funes con su personaje de Soledad, un ama de casa que vive atrapada en un matrimonio que parece no hacerla completamente feliz, atravesando una crisis matrimonial y vocacional que no logra resolver.
Cada uno de ellos se verá interpelado, de una forma u otra con la enfermedad de Santiago. Será el primer contacto con la muerte, atravesando el sentido de la finitud y del escaso tiempo que queda para concretar algunos de los proyectos.
El guion que ha escrito el equipo encabezado por Ernesto Korovsky (gran conocedor del mecanismo de este tipo de productos televisivos luego de haber participado en “100 días para enamorarse” “Educando a Nina” “Graduados” o “Gasoleros” entre tantos otros) junto a Romina Moretto y Micaela Libson tiene la virtud de poder transmitir estas vivencias de una forma natural, con personajes reconocibles y poder encontrar un nuevo punto de vista a algunas temáticas ya visitadas dentro de las telenovelas pero también encontrando nuevas miradas a los temas que se abordaron en los personajes secundarios.
Si bien eje de la historia es siempre la perdida que sufrirá el grupo si la enfermedad de Santiago evoluciona, “EL PRIMERO DE NOSOTROS” encuentra el espacio propicio para tratar el vínculo de padres e hijos, las frustraciones y los sueños incumplidos, los proyectos de vida, los temas pendientes y las diferentes formas del amor. Frente a un tema fuerte como la proximidad de la muerte –escapando inteligentemente a los golpes bajos y la sensiblería-, la propuesta contrarresta el dolor, el miedo y la incertidumbre, con altas dosis de comedia, con mucho humor y con situaciones en donde reflejar la vida misma.
Otros de los rasgos atractivos es que el guion avanza preciso y seguro, sin dar vueltas ni alargar situaciones innecesariamente. Todo por el contrario, periódicamente realiza saltos temporales para que a través del recurso de “meses después” o “semanas después”, la historia siga evolucionando y podamos recorrer el arco dramático de los personajes y los acompañemos en sus iniciativas y sus determinaciones.
El equipo protagónico elegido es indudablemente un claro ejercicio de un casting de alto nivel pero lo que sorprende junto con estas seis figuras que encabezan la tira es la profundidad con la que se le dio tratamiento a los roles secundarios y la posibilidad de lucimiento que han tenido los personajes de Carola Reyna (la médica a cargo del tratamiento de Santiago), Daniel Fanego (como el padre de Santiago), la dosis de humor que imponen las geniales Noralih Gago y Karina Hernández, Andrea Frigerio (la psicóloga con la que Nicolás inicia un tratamiento) o Rafael Ferro (la pareja actual de Jimena). Dentro de este elenco secundario la gran revelación es Rocío Gómez Wlosko como Uma, la hija de Santiago, que tiene una frescura y una naturalidad sorprendente, enfrentando momentos verdaderamente dramáticos con absoluta solvencia y con un tono pícaro y espontáneo para los pasos de comedia.
La estructura de la historia permite que cada uno de los personajes protagónicos tengan su propio lucimiento y armando un equipo actoral sumamente compacto donde una vez más Paola Krum se luce como una gran actriz dentro del género y Aruzzi despliega todo su arsenal para la comedia desbordada y dispuesta a correr los riesgos que un papel tan excedido implica. El grupo se potencia con una excelente química entre ellos y del equipo masculino Luciano Castro sorprende con momentos de gran emotividad, disfrutando de un personaje que le permite mostrarse en diversas facetas.
Para quienes ya pasamos los 40, “EL PRIMERO DE NOSOTROS” parece el producto perfecto, que aún con algunas reminiscencias a los productos Polka que en plenos años noventa lograron gran esplendor dentro de la televisión (“Vulnerables” “Culpables” “Verdad-Consecuencia”), logra encontrar una manera atractiva de reflejar las historias personales, visibilizar y tratar temas profundos sin solemnidades para que, de alguna u otra manera, cada uno de nosotros nos vamos reflejados.