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Por Marcelo Cafferata

Una noticia sobre una influencer  acusada de comprar contactos y de no ser la autora de lo que aparecía escrito en sus redes, fue el disparador perfecto para que Nicolás Teté escribiese en plena pandemia “LAS MALAS INFLUENCIAS” una comedia con mucha ironía sobre las redes sociales poniendo la lupa en  los vínculos en la sociedad moderna de consumo y más particularmente, en el de las dos amigas que son las protagonistas de la obra.

Camila vive de y para las redes sociales: todo lo que le sucede, se mide en seguidores, likes, posteos y fotos de su “vida perfecta”. Disfruta de un éxito y una notoriedad importante pero sabe que gran parte de la clave de su éxito es gracias a su “escritora fantasma”, su (ex?) amiga Laura que era la encargada de escribir en sus redes sociales haciéndose pasar por ella.

Laura, por otra parte, está completamente alejada de ese mundo vertiginoso e hiperconectado de Camila. Se fue a vivir con sus padres en Bolívar, colabora con el negocio familiar y sin embargo, apenas recibe el llamado de su amiga, está tentada en responderlo y visitarla en su departamento. Ella realmente disfruta del mundo de la escritura, emula a Selva Almada, Silvina Ocampo o Jane Austen transitando un camino completamente opuesto. Ahora Camila ahora quiere dar el gran salto y publicar un libro, por lo que es el momento que Laura vuelva a entrar en acción.

Con un ritmo de comedia veloz, Teté construye a Camila con tics propios de las nuevas generaciones, en su mundo de Hashtag, arrobas, viralización,  followers y reels que son parte de la transformación de persona a personaje que ella sufre frente a las redes. Y encuentra en Luciana Grasso la intérprete ideal para un ese toque superficial y frívolo que le imprime, pendiente del momento oportuno para conseguir un canje de ropa o de toallitas íntimas, productos de limpieza o comida para mascotas.

Habrá también esos momentos confesionales cuando frente a un aro de luz cada una de ellas rompa la cuarta pared y confiese realmente lo que siente, momentos en los que el personaje de Laura a cargo de Nazarena Rozas, que toma el centro de la acción y tiene un mayor lucimiento.

Sólo puede marcarse que la escenografía no da cuenta del mundo que Camila quiere mostrar y es un aspecto que se podría mejorar. Por el resto, la puesta de Teté es ágil, divertida y las dos actrices se prestan al juego teatral que fluye naturalmente para lograr una comedia inteligente y sagaz.

“LAS MALAS INFLUENCIAS”

Dramaturgia y dirección: Nicolás Teté

Con Luciana Grasso y Nazarena Rozas

Viernes a 20.30 horas

EL METODO KAIRÓS –  El Salvador 4530 – CABA.

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