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Por Rolando Gallego

Salas llenas, las olas, el viento y el sucundún (perdón el viejazo) constituyen el marco ideal para ver nuevas propuestas. En estas bitácoras diarias anotaremos algunas impresiones, preliminares, sobre cada película que veamos. Y como de tanto trabajo nos olvidamos de subir ayer algo, hoy vale doble.

WALK UP

Charlas, comida, bebida, mucha bebida para este nuevo opus del realizador coreano que más queremos y que siempre es una cita ineludible del Festival. Un director (cuándo no) se enfrenta a sus propias miserias mientras lidia con una adaptación que no desea hacer y se reencuentra con un viejo amor. Blanco y negro, diálogos extensos y encuadres de una perfección que nos enamoran desde el minuto uno.

SINFON14

Excesos y vicios, pasiones y desencuentros. Amenazas, un solemne carruaje termina convirtiéndose en una carreta amenazada por vaqueros mientras dentro del vehículo la libertad se potencia. Perrone una vez más nos hace viajar en el tiempo en una cuidada producción en la que el ingenio y el talento van de la mano. Atención al final y a la participación de Jean Pierre Noher como un noble un tanto pasado de consumos.

CAMBIO CAMBIO

Si este cronista armara un top ten de esta edición, cosa que no va a hacer, dos películas lograron un ex aequo en el primer puesto, una de ellas es esta nueva incursión de Lautaro García Candela, que logra transmitir, como nadie, el pulso de la calle Florida de la Ciudad de Buenos Aires en donde los arbolitos marcan el ritmo del deambular en las calles. El nervio con el que se narra la historia de estos buscas y soñadores, el amor por los personajes y la cuidada banda sonora, que acompasa cada decisión narrativa, logran convertir la película en un evento vital. El conocimiento con el que se cuenta la historia, además, le dan un verosímil único (cara chica, cara grande).

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