Por Marcelo Cafferata
Indudablemente la sección RETRATOS es una fiesta cinéfila y en forma intencional o quizás por pura sincronicidad, las películas seleccionadas entablan un diálogo perfecto, pareciendo que cada una puede sencillamente continuarse en la siguiente.
Alejandra Martín y Paola Rizzi, miembros de la ADF (Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina) rinden homenaje con este sensible trabajo documental a una de las figuras más emblemáticas del cine nacional, Félix “Chango” Monti, un director de fotografía único que participó, entre tantas otras películas en las dos ganadoras del Oscar “La historia Oficial” y “El secreto de sus ojos”.
Obsesivo de su trabajo, meticuloso, humilde (descree de los premios y demuestra un particular desinterés en ese tipo de reconocimientos) y muy preocupado por cada detalle del relato de cada una de las películas en las que participa, no sólo podemos conocer más de su obra a través de los testimonios de los prestigiosos directores con los que ha trabajado en el mundo del cine, sino también descubrir algunos de sus trabajos en teatro y también en series como “Vientos de Agua”.
De Ariel Winograd a María Luisa Bemberg, del “Parque Lezama” de Campanella a la inmensa sala del Teatro San Martín en una puesta de Pompeyo Audivert, de un filme de animación como “Metegol” al cine de Pino Solanas, de Puenzo a Lucrecia Martel, parte de toda su obra puede disfrutarse en algunos fragmentos que eligen Marin y Rizzi para ilustrar el documental y para poder conocer desde su propia mirada y conocer desde el relato de su propia voz, los detalles con los que compone las imágenes que dan vida a cada uno de los relatos de estos grandes directores y directoras.
El trabajo gana fuerza a través del retrato humano, con una mirada respetuosa, que admira profundamente su trabajo y logra captar su esencia, su costado más íntimo, sus confesiones (“si estoy más de dos o tres meses sin luz, sin cámara… estoy perdido”) y esa elección, junto a tantos otros grandes momentos, de “Yo, la peor de todas” como la mezcla perfecta de la velocidad que le imprime el cine y el detalle preciso más la creatividad que le permite poner en juego el dispositivo teatral, dado que fue una superproducción íntegramente rodada en estudios.
Así como sus compañeros lo ovacionan al finalizar una filmación, al finalizar la proyección dan ganas de ponerse de pie y sumarse al aplauso cerrado para este homenaje a un laborioso trabajador de la industria cinematográfica que nos ha regalado momentos únicos con sus creaciones y la potencia de sus imágenes.
CHANGO: LA LUZ DESCUBRE
de Alejandra Martin / Paola Rizzi
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