Por Marcelo Cafferata
La nueva película del director rumano Radu Jude arranca con una escena de sexo completamente explícito con aires de filmación amateur, donde la profesora Emi tiene sexo con su marido. Pero su mundo rápidamente colapsa y todo se desmorona cuando el video privado se filtra en las redes sociales y tanto la directora como los padres de la escuela privada la enjuicien en una especie de hoguera donde todos creen tener derecho a opinar, señalar, ofender, agredir y enarbolar sus valores morales y éticos por sobre lo ocurrido.
Radu Jude estructura la película en tres capítulos y tres potenciales finales planteando un aire lúdico ya desde la concepción de la historia. Lo que en “La Caza” de Vinterberg era un drama perturbador, en “SEXO DESAFORTUNADO O PORNO LOCO” es el disparador que permite plantear una comedia políticamente incorrecta, irreverente, mordaz y con un guion sumamente creativo.
En una primera parte en donde Emi atraviesa Bucarest con sus actos cotidianos, el director aprovecha a mostrar la violencia, la discriminación y el contexto de pandemia a través de situaciones simples (como una discusión en un supermercado o una pelea peatón-conductor en el medio de la calle) teñidas de una mirada política y social sumamente crítica.
Una segunda parte delirante y divertida con un diccionario de obsesiones, incorrecciones y vocablos definidos de una manera absolutamente bizarra se presentan como el prólogo ideal para una tercera parte en donde se generará esa reunión donde se vivirá un verdadero enjuiciamiento cercano a la inquisición.
La directora, los padres, un cura y un sargento debaten filosóficamente (una vez que han vuelto a ver el video para poder opinar fehacientemente) sus distintas posturas barajando temas como la pornografía infantil, las perversiones, la homosexualidad, el mansplaining, la ética y la moral, diversas posturas científicas y pedagógicas; con disparos cargados de ironía y de cinismo sin perder el ritmo picado de los diálogos contra una profesora indefensa y avergonzada que, aún con sus últimas armas, intenta poner luz en la confusión general.
Lo interesante del planteo de Jude es enfrentarnos con nuestras partes más oscuras que pueden aparecer representadas en los ecos de esas voces y en algunas de sus sentencias. Desde los detalles de lo que se encuentra impreso en cada uno de los barbijos, los ringtones de los teléfonos que suenan en medio de la descontrolada reunión de padres hasta la aparición de ciertos personajes que se asoman en el cuadro general, todo da cuenta de una inteligencia al servicio de un producto que coquetea permanentemente con romper los límites, incomodar y sacudir conciencias con una audacia poco convencional.
SEXO DESAFORTUNADO O PORNO LOCO
De Radu Jude
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