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Por Marcelo Cafferata.

La temporada 2020 del teatro Nacional Cervantes abre con una propuesta novedosa de teatro semi montado sobre el texto de Virginie Despentes “Teoría King Kong” planteado en tres monólogos que si bien son completamente independientes, dialogan y se vinculan entre sí.

La traducción de Paul B. Preciado y la versión de Alejandro Maci invita a escuchar con atención un texto que ya es un ícono del feminismo pero que no se presenta como una voz de pancarta planfletaria ni de alegato segregacionista sino que, por el contrario, sabe interpelar(nos) sobre tantos otros temas vinculados con la femineidad en los tiempos que corren.

Para esta particular experiencia, se han convocado a tres actrices y tres directores para presentar tres espectáculos diferentes con el texto de Despentes oficiando como nexo entre ellos y es así como Andrea Bonelli bajo la dirección de Mónica Viñao presenta “Porno Brujas”, luego será el turno de “Chica King Kong” a cargo de Mercedes Morán bajo la dirección de Romina Paula y cerrando el tríptico, Claudio Tolcachir dirige a Soledad Silveyra en “Durmiendo con el enemigo”.

En tiempos del #MeToo #MiraComoNosPonemos, pañuelos verdes, lenguaje inclusivo y empoderamiento, con un uso tan manoseado de los términos que rodean al movimiento feminista que, por momentos, parecen un propio bastardeo, Despentes viene a poner luz con una mirada sumamente inteligente y esclarecedora sobre muchos de esos temas que hoy parecen estar en boca de todos.

Ex – punk, vendedora de sex shops, directora de cine, escritora de culto, ex – prostituta, ella misma se define inteligentemente como una “proletaria de la feminidad” y confiesa que escribe para “aquellas mujeres a las que nadie desea, las viejas, las feas, las camioneras, las histéricas, las taradas, las malcogidas, las frígidas, todas las excluidas del gran mercado de la buena mujer”, definiendo en forma certera hacia donde apuntan sus textos, basados mayoritariamente en el relato autoficcional, que le permite generar una potencia aún mayor.

El feminismo no será más que una forma transversal de abordar diferentes ámbitos (económicos, sexuales, morales, filosóficos, intelectuales) en donde su pluma, hábilmente abre el análisis sobre ese espacio en donde se ubican todas estas relaciones, ese mundo capitalista sobre el que ella misma expresa: “el capitalismo siempre quiere tomar de ti, las cosas que no quieres dar”.

En “Chica King Kong”, Mercedes Morán comienza el espectáculo refiriéndose a la película de Peter Jackson, esa versión de 2005 desde donde Despentes hace una incisiva interpretación sobre el deseo femenino/masculino, con un King Kong que no es macho ni hembra, donde no existe esa seducción erótica que “nos quisieron vender” sino que en una forma no sexuada, se vinculan desde la ternura, mucho más allá de lo binario.

Ese delicioso monólogo inicial dentro del monólogo, abre las puertas a lo que será un texto delicioso para escuchar, en la voz de una de las actrices más talentosas que degusta cada una de las palabras y las hace propias. Queda claro, que jugando al alter ego de Despentes, Morán tampoco viene a disculparse de nada ni a quejarse de nada, ya que ser ella misma le sigue resultando, también a ella, lo más interesante.

Esa chica King Kong acepta a esas mujeres a las que les encanta seducir, mueren por la moda, quieren casarse con viejos que las lleven a pasear por el mundo, también las que huelen a bizcochuelo para esperar a sus hijos cuando salen del colegio, pero Morán / Despentes se desmarca(n) de todo ese universo para construir una mirada desde la marginalidad, desde lo diferente, desde la concepción de un nuevo espacio. Desde allí, no solamente hablará del rol de las mujeres en esta sociedad, sino que echa al mismo tiempo, un enorme manto de piedad sobre la masculinidad y el difícil rol en el que muchos hombres siguen atrapados, dentro de una mirada social tan castradora y violenta, como lo es para las mujeres.

Despentes arma sus propias heroínas literarias, alejadas de todos los cánones y los estereotipos y Morán da el tipo perfecto para leer su texto en escena y brillar en cada rincón que la prosa se lo permite. En “Chica King Kong”, el gran magnetismo parte de su carisma como actriz, de su fuerza en escena y de la forma de apropiarse el texto, con una precisión única.

Imposible desviar la mirada de ella, todo el diseño audiovisual que ha creado Maci en esta propuesta parece estar de más, no aportar demasiado (de por sí, las imágenes elegidas son confusas frente al texto y poco creativas) y Romina Paula desde la dirección, realizó ciertas marcaciones que potencian la fuerza propia del texto pero no se ha atrevido a romper o transgredir algunos de los límites que, con buen agrado, harían honor a la autora.

Por el contrario, la puesta de Claudio Tolcachir para “Durmiendo con el enemigo” apuesta a mucho más y si bien arriesga precisión, gana –y el doble- en frescura, espontaneidad y desparpajo.

Su gran aliada, Soledad Silveyra tiene a su cargo un texto confesional en donde Despentes cuenta sus desventuras como prostituta, cuando por un tiempo, y tratando de juntar dinero lo más rápido posible, se presenta como “soy ese tipo de mujer con la que no se casan, con la que no tienen hijos, una mujer demasiado agresiva, demasiado gorda, demasiado brutal, demasiado viril”. Y, en cierto modo, se enorgullece de que su propia virilidad la ha llevado a ocupar los lugares que detenta y le han permitido distinguirse entre las demás.

Silveyra se aparta de la mera lectura del libro, juega con el texto, le aporta pequeños guiños propios, Despentes se apodera de su cuerpo y se la percibe completamente libre en el escenario. Confiada, se deja llevar por la puesta de Tolcachir que le permite recorrer de una forma diferente ese espacio del enorme escenario del Cervantes, cambiando incluso completamente su presencia con tan sólo algunos pequeños toques del vestuario.

También en su texto hay una fuerte mirada al mundo femenino, al cuerpo, al poder –preguntándose incluso si hay diferencia entre el sexo pago y el sexo por interés o por conveniencia, en un contrato económico implícito-, pero lo hace cohabitando con ese deseo masculino, estigmatizado, vergonzoso y culpabilizante y no deja de lado las dos caras de una misma moneda.

Ambos trabajos, demuestran en aproximadamente una hora, lo profundo del movimiento feminista, esa aventura colectiva que propone Despentes, no sólo para las mujeres, sino también para los hombres… y para todos los demás.

Nos invita a participar de esa revolución que YA ha comenzado, una nueva visión del mundo, un nuevo viaje.

Un viaje que vale la pena no perderse. 

TEORIA KING KONG

De Virginie Despentes

“Porno Brujas” Viernes 21 y 28/02

“Chica King Kong” Sábados 22 y 29/02

“Durmiendo con el enemigo” Domingos 23/02 y 01/03

Teatro Nacional Cervantes – Libertad 815 – C.A.B.A – las funcione son a las 20.00 hs.

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