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Por Luis Kramer

Otro de los recientes estrenos de HBO es la serie de Luca Guadagnino (Call me by Your name) , apuesta a la diversidad encarnada por un chico de 14 años (Fraser Wilson) y su atrayente amiga (Caitlin “Harper” Poythress), quienes se permiten jugar con su ambigüedad en los albores de su despertar sexual, todo ello en el marco de una base militar en Chioggia, Italia.

La sutileza es lo que marca el derrotero de su director a la hora de presentar las distintas situaciones dramáticas, a tal punto que en algunos pasajes, las elipsis se imponen por sobre lo descriptivo, con tan sólo algunos planos detalle que redondean las secuencias.

Si se pudiera condensar esta propuesta con un solo concepto, podríamos afirmar que la frescura desprejuiciada es la que pilotea cada uno de sus ocho capítulos de una hora de duración, desde la cual se introducen viñetas tales como la infidelidad, el machismo, la diversidad de género, la inutilidad de la guerra.

Al igual que su último film, son dos jóvenes esta vez, los que se parapetan desde una nueva perspectiva social, quienes lideran este cambio de mirada, no casualmente, en un entorno militar poco evolucionado culturalmente.

Las actuaciones son muy ajustadas, destacándose Chloe Sevigny y Alice Braga, como la nueva comandante de la base americana y su esposa, madres de Fraser; Faith Alabi y Kid Cudi, como los padres de Cate, y los protagonistas Jack Dylan Grazer y Jordan Kristine Seamón.

El final, abierto si se quiere, extrapola a esta parejita de adolescentes y los enfrenta tanto a un amago de acercamiento romántico o cómplice, dependiendo de la mirada del espectador.

POR QUE SI:

» La frescura desprejuiciada es la que pilotea cada uno de sus ocho capítulos «

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Publicado en: TV