Por Marcelo Cafferata
Tres artistas multifacéticos como Tamae Garateguy, Santiago Giralt y Camila Toker emprenden la dirección, el guion, la fotografía y el diseño de Arte de esta nueva entrega de “Upa!”, la tercera de la saga que además se divide en Lado A y B, retomando sus personajes de la productora, el director y la actriz –respectivamente- de un proyecto de cine independiente que tenían en Los Ángeles, y que ha quedado trunco a causa de la pandemia.
Nuevamente despliegan un humor mordaz e irónico, saben reírse de sí mismos y (auto)parodiarse, y demuelen egos y poses impostadas para hundir su bisturí irreverente adentrándose en el mundo del cine dentro del cine. En este caso, el proyecto es “Eva en el multiverso”, múltiples Evas en diferentes universos que incluso plantean la posibilidad de una Eva aún viva, proyecto para el que ambiciosamente convocarán a actrices de diversas nacionalidades como Salma Hayek, Isabelle Huppert, Sonia Braga, Selena Gomez o Mercedes Morán, rodeadas todas ellas del General Perón –uno o varios, quien sabe-.
La cuota de delirio se sostiene gracias a un aceitado trabajo de improvisación de todo el equipo (y en especial se agradecen las participaciones de Martín Slipak y Juan Minujín) y a la concurrencia de ideas desopilantes, divertidas y que remiten permanentemente a guiños cinéfilos con el espectador: se nombran celebridades (Martel – Oreiro – Alan Parker), aparecen entrevistas y castings virtuales donde aparece lo mejor y lo peor del medio –con pretendidas intenciones sexuales incluidas- o se sobrevuela por temas tan vigentes como el lenguaje inclusivo, los movimientos como el #MeToo, la mirada queer, el machismo, lo binario o el cupo femenino.
“Upa! Una pademia argentina” sigue destilando creatividad y juego, un aire de libertad poco frecuente en el cine nacional que se alimenta de la autoreferencia y la complicidad no solo del equipo sino fundamentalmente del puente que se establece con el espectador, invitándolo a esta fiesta que ojalá tenga una posterior entrega, para seguir disfrutando.
POR QUE SI:
» La cuota de delirio se sostiene gracias a un aceitado trabajo de improvisación de todo el equipo «
