Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Marcelo Cafferata

Aun cuando se repuso recientemente  en una nueva  temporada la comedia «Tarascones» de Gonzalo de María, también autor de “La comedia es peligrosa“, no es frecuente ver en la cartelera obras que estén escritas en verso, como lo era en la vieja usanza.

Por eso, es doblemente meritorio el riesgo que asume Brenda Howlin como autora de “SHAMROCK«, nombre que alude al famoso trébol, instalado vía San Patricio quien, según la leyenda, trató de explicar con una hojita triple, el misterio de la Santísima Trinidad. Howling se hace cargo entonces, de un desafío adicional al elegir desarrollar esta comedia de época, completamente en verso.

Corren los primeros años del siglo XX y América se ve como un lugar tentador para que los inmigrantes viniesen a poblar nuestra tierra. Es así como llega Mary (Carolina Setton), desde una lejana Irlanda a la Argentina, en una época de amores donde se vivían amores por correspondencia, había matrimonios arreglados entre familias y las  parejas se prometían casamiento sin siquiera conocerse cara a cara.

Mary baja del barco, tal como lo hicieron tantos otros inmigrantes –y Howlin les rinde un cálido homenaje a todos ellos-, con la promesa de una tierra mejor donde poder formar su familia junto a su prometido Dido (Pablo Kusnetzoff), quien aparentemente esconde otras motivaciones.

Pero Mary conoce en el puerto a Patrick (Ale Gigena), otro inmigrante que esperaba la llegada en el barco de una novia que nunca aparece y de la que ella le una carta avisando que jamás ese amor jamás vendrá a verlo, rompiendo entonces su compromiso. Patrick ayudará a Mary a asentarse en esta la nueva ciudad y adaptarse a una cultura tan diferente.

Para cerrar el lujoso cuarteto protagónico, tenemos a Rita (Justina Grande), anterior novia de Patrick y actual amante de Dido, posición que favorecerá ampliamente los enredos y será el vehículo ideal para un tono de comedia desopilante que tiene como eje, estos conflictos amorosos  donde Dido, mezcla de versero y Don Juan, intentará  mientras le sea posible, seguir “jugando a dos puntas“, hasta tanto Mary lo descubra.

https://www.youtube.com/shorts/aTF_UCEnqEo

Uno de los puntos más interesantes de la dramaturgia de Howlin es respetar la época de la historia mediante múltiples detalles de su puesta en escena pero, sin embargo, construir un personaje protagónico como el de Mary (¡brillante Carolina Setton!) como una mujer empoderada que sale adelante sin la necesidad de una presencia masculina junto a ella. Con su carácter netamente emprendedor  y poseedora de una particular receta de scones, Mary abre su negocio y comienza a ganar su propio dinero y a solventarse económicamente.

Fruto de la causalidad, más que de la casualidad, en este emprendimiento la acompañará Rita:  ambas sacarán el negocio adelante y serán artífices de su crecimiento, planteando esa sororidad tan acorde con los tiempos que corren y su sociedad, sigue apuntando al registro disparatado .

La puesta de Nano Zyssholtz juega permanentemente con la estructura clásica deconstruida a nuestros días y, sin dejar de lado una tierna historia de inmigrantes, plantea una figura femenina lejos del sometimiento y la sociedad machista, con posibilidades concretas de elegir su destino y plantear sus propios deseos. Su trabajo es preciso y sabe aprovechar muy efectivamente el creativo diseño escenográfico de Marcos Murano que le permite crear diferentes espacios (la cocina del emprendimiento de Mary, el hotel de inmigrantes, el Café Tortoni) con recursos muy simples pero excelentemente aprovechados

Si bien los cuatro protagonistas, cumple cada uno con el rol que la dramaturgia le asigna, brillan Caro Setton que tiene un ángel particular y delicado sobre el escenario y la plasticidad de Ale Gigena con sus toques de mimo y con un gran manejo de su gestualidad al servicio de su personaje. Pablo Kusnetoff tiene la prestancia ideal para su Dido y Justina Grande (aunque con algunos momentos de desborde que convendría contener) explota su Rita con sumo talento.

Acercarse a “SHAMROCK” es la posibilidad de rendir homenaje a los inmigrantes con una mirada que no está invadida por la nostalgia sino por el humor blanco, los enredos y una historia que permite a sus cuatro intérpretes desplegar todo su talento en escena.

“SHAMROCK”

De Brenda Howlin

Dirección: Nano Zyssholtz

Viernes 21 hs

Teatro BECKETT –  Guardia Vieja 3556

Compartir en: