
Por Marcelo Cafferata

Los días miércoles serán ideales para recuperar teatro del bueno en Caras y Caretas (Sarmiento 2037).
ENCUENTROS BREVES CON HOMBRES REPULSIVOS
De David Foster Wallace – Con Luis Ziembrowski y Marcelo Subiotto
Dirección: Daniel Veronese
Miércoles 10/08 – 20 horas
Sólo serán un escritorio, una jarra de agua, algunos vasos, una proyección que presenta la obra y nada más. Veronese deja que obre la potencia del texto y su magnífica forma de conducir a los actores, tomando riesgos y explorando las partes más profundas dentro del dispositivo teatral que diseña.
Marcelo Subiotto y Luis Ziembrowski irán alternando en ocho encuentros, la confrontación entre un protagonista masculino y el encuentro con una mujer, multiplicándose rápidamente en estos personajes, en diferentes estilos y en estos textos que abordan de diversas formas, disparadores comunes de la masculinidad: el sexo, el amor, los sentimientos, los vínculos, las conquistas, las pérdidas. Además de la impresionante ductilidad de la dupla actoral, el planteo gana interés en la intertextualidad que surge no solamente de sus actos sino de lo que ellos mismos narran acerca de lo que hacen.
El compromiso que los actores ponen en cada encuentro, en cada nueva pareja, se acompañan de la contundencia, el sarcasmo y la voracidad del texto de Wallace, disparado con absoluta precisión dentro de una puesta minimalista con una carpeta que pasa de mano en mano y un timbre que da inicio a cada uno de los encuentros. Seremos testigos únicos de las transformaciones que Subiotto y Ziembrowski producen sin más elementos que su afinadísimo instrumento como actores, para producir la deconstrucción de un texto duro, complejo, riesgoso, que en boca de ellos suena natural y verosímil. Una fiesta teatral.
TURBA
De Laura Sdbar – Con Iride Mockert
Dirección: Alejandra Flechner
Miércoles 17/08 – 20 horas
La visceral dramaturgia de Laura Sbdar atraviesa temas como la explotación de las mujeres a través de la trata, la violencia de género, el abuso, el abandono y la marginalidad. Se vale de un relato fragmentado, apartándose y rebelándose de las formas más estructuradas y tradicionales. Mezclando prosa, poesía y canciones, juega con las palabras y los diferentes tonos con los que va construyendo un texto que se aleja de cualquier “comodidad”, incluyendo un lenguaje directo, explícito, intenso, que no se observa con tanta frecuencia en los textos teatrales.
A Turba, una mujer atrapada en una red de trata, ejerciendo la prostitución, le han arrancado a su hija Plomito de una forma bestial, quedando absolutamente sola, sin ni siquiera contar con la compañía de su compañera de cautiverio quien también desaparece violentamente. Su único objetivo será escapar para reencontrarse con su hija y de alguna forma, poder reescribir juntas esta historia.
Flechner en su puesta, propone desde un reguero de bombachas que describen el sexo reiterado y permanente con cada uno de los clientes, hasta un velador cómplice que permite relatar escenas sexuales con la creatividad de poder transmitir a través de un juego de sonidos y movimientos, toda una escena que se despliega en el imaginario de ese territorio de luces y sombras.
El texto de Sbdar reverberado en la puesta de Flechner encuentra en Iride Mockert una intérprete con una entrega asombrosa: demostrando su talento no sólo como actriz sino como cantante, un registro tan amplio que le permite ir desde el trap a la cumbia, tocar el keytar, o irrumpir en un cuadro con boleadoras. Su entrega y su histrionismo son absolutos: nos sumerge en situaciones de completo dramatismo con una aspereza brutal, se permite jugar con el humor y pasar desde momentos de una tensión insoportable para luego, momentos después, aparecer estallando al ritmo de cumbia en una caracterización que oscila entre una bailantera atrapada en un antro decadente con una princesa salida de un lujoso animé.
LA CASA OSCURA
De y con Mariela Asensio – Maruja Bustamante
Dirección: Paola Luttini
Miércoles 24/08 – 20 horas
«Escribir es una maldición que salva«
Clarice Lispector
Coqueteando con el límite del teatro documental y de la construcción de la propia ficción teatral, podría definirse a “LA CASA OSCURA” no sólo como una obra que trata cuestiones sobre la salud mental sino que ese disparador permite un show en donde ambas artistas se lucen deconstruyendo el texto y explorando diferentes “texturas” que van desde un monólogo íntimo, canciones al ritmo de trap y de cumbia, coreografías, hasta mensajes de audio de Whatsapp, videos e intervenciones desde una pantalla gigante o momentos confesionales donde se aprovecha a romper la cuarta pared.
Una de las grandes fortalezas del espectáculo es hacer uso del humor como la herramienta más poderosa para atravesarlo todo, incluso el dolor más profundo con un gran manejo de la mordacidad, la ironía y el desprejuicio, lanzándose con absoluta espontaneidad, completamente entregadas a la propuesta y a poder aceptarse y reírse abiertamente de sí mismas.
Luttini deja fluir naturalmente la energía de ellas: mientras Asensio se muestra más cómoda en el baile, en su corporalidad más extrema y un discurso empoderado y “bien arriba”, Bustamente saca provecho de las escenas más sensibles, donde presenta parte de sus amigos, sus vínculos familiares y avanza sobre un monólogo que cubre sus zonas más oscuras y algunos problemas que con ayuda de su entorno ha debido enfrentar.
Conductas obsesivas compulsivas, angustias y sus partes más vulnerables fluyen en un texto de gran osadía y potencia, un teatro documental que oficia de elemento liberador y como punto en común que ambas pueden compartir frente a las diferentes concepciones del atravesamiento del dolor. La autoayuda, el psicoanálisis, el tarot, la espiritualidad, la locura, el desequilibrio, la felicidad, la frustración y los sentimientos se dan cita para que “LA CASA OSCURA” sea enteramente disfrutable para quienes quieren recorren una propuesta teatral diferente, creativa y abierta a un profundo juego confesional.