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Por Marcelo Cafferata

La Ópera Prima de Cristian Arriaga presenta un interesante collage de testimonios, un relato caleidoscópico y coral construido de una manera sumamente emotiva, sin apelar a ningún tipo de golpes bajos, basándose en la fuerza de los relatos en primera persona, que son absolutamente conmovedores.

Quizás cinematográficamente podamos plantear que no haya un aporte distintivo que lo que hayan narrado otros documentales. Pero en “ABUELAS, una película sobre (y con) Abuelas de Plaza de Mayo” ya desde su título, se percibe la intención de priorizar los  testimonios que dan las Abuelas frente a la cámara, conformando un trabajo compacto en donde cada una de ellas volcará sus vivencias y sus recuerdos para dar respuesta a las diferentes preguntas que les plantea el director para abrir el diálogo. Preguntas que ofician de disparador para construir este registro documental cuyo mayor valor es el de transformarse en merecido homenaje a la lucha incesante que han llevado a cabo durante más de cuarenta años en forma ininterrumpida.

La espontaneidad y el sentimiento puesto en cada fragmento, la potencia y la lucidez con que encaran cada uno de los testimonios, sumados a la emocionalidad que aparece siempre a flor de piel, hace que los hechos del pasado que van exponiendo una a una, parezcan haber ocurrido apenas días atrás por la claridad y la precisión de los recuerdos de cada una de ellas. Las voces de Rosa Roisinblit, Ledda Barreiro, Estela de Carlotto y Bertha Schubaroff, entre otras, irán participando de las diferentes propuestas que les va planteando Arriaga.

Estas jóvenes de entre 85 y 95 años, irán directo al recuerdo de sus propias abuelas, para construir lo que en definitiva significa para cada una de ellas el hecho de ser una abuela. Narrarán historias de inmigración y de familias enteras escapando de las miserias de la guerra, buscando un nuevo lugar en esta América que los ha recibido y un pasado que los ha marcado a fuego. Será también el tiempo de compartir sus infancias, sus recuerdos en los pueblos de donde provienen y donde fueron criadas, en una época tan diferente a la actual.

Otro eje convocante será el retrato que componen de sus propios hijos e hijas: datos curiosos de su juventud, recuerdos, detalles y el compromiso de lucha y militancia en plenos años ´70  donde muchas de ellas conocían esa instancia de participación política e incluso apoyaban ese movimiento que cubría todo América Latina.

Uno de los segmentos más fuertes del documental es la narración que hacen las protagonistas frentes a diversos estímulos sonoros: se suceden tiros, frenadas de autos, anuncios realizados por la Junta militar por radio, gritos, el inequívoco sonido de la picana, llanto de bebés y gritos. Las anécdotas que aparecen a partir de estos ruidos se van entrelazando con lo sucedido en aquel momento en que vieron a sus hijos por última vez.

El paso del tiempo, la finitud, sentir que quizás puedan no encontrar nunca a sus nietos, esa sensación de que el tiempo que les resta es cada vez menor, hace que cuando se toma contacto con esos pensamientos, el documental se vea invadido por un sentimiento de angustia y un nudo en la garganta que no nos suelta.

Quizás algunas decisiones de montaje no favorecen al crecimiento dramático de cada uno de los testimonios, demasiado centrado en cortar en escenas breves que si bien facilitan la idea de mosaico, hacen que en algunas situaciones no se privilegie el desarrollo más continuado de las historias.

Como un posterior efecto catártico aparecerán los reencuentros, la formación de nuevas familias, el final de una búsqueda, el logro de un objetivo tan ansiado, el poder volver a mirar cara a cara a esos nietos a los que les robaron la identidad y a los que tendrán que ayudar a vivir esta nueva vida.

El tema musical que cierra el documental, la canción “Abuela” con las voces de León Gieco, Gustavo Santaolalla y Raúl Porchetto, Ricardo Mollo en guitarra e Ignacio Montoya Carlotto –el propio nieto de Estela- es la mejor síntesis que va marcando una melodía que nos despide de este filme – homenaje, un documental necesario para ésta y futuras generaciones que sigan reforzando fuertemente que NUNCA MAS.

POR QUE SI:

» Merecido homenaje a la lucha incesante que han llevado a cabo durante más de cuarenta años en forma ininterrumpida «

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