Por Marcelo Caferata
Un regreso que se celebra: después de una exitosa serie de funciones en Nün Teatro y la vuelta al teatro después del prolongado periodo de pandemia, se repone en un nuevo escenario, “BROTHERHOOD” de Anahí Ribeiro, ahora en el hermoso espacio de Dumont4040 para otra nueva temporada.
Siete sillas diferentes, con siete fragmentos de paredes blancas detrás de cada una de ellas. Cada hermano ocupará una de esas sillas y después de saludarse con más o menos afecto, con un abrazo, con una sonrisa o con un simple beso de compromiso, cada uno desde su lugar comenzará a narrar su propia historia, para ir generando el entramado familiar de ese árbol genealógico que los (re)une.
Anahí Ribeiro tiene la capacidad de ir hilvanando en su dramaturgia diferentes momentos simples, cotidianos, apostando al verosímil y sin apelar a ningún texto discursivo ni impostado. No le hace falta: ella tiene el poder de sintetizar en cada pequeña vivencia y a través de diálogos honestos y reales, todo ese universo tan complejo que, tal como todos sabemos, son los vínculos filiales.
Siete hermanos de diferentes edades, con diferentes realidades, tendrán que enfrentar como cada uno pueda o quiera, la drástica decisión que toma la madre, de abandonar al padre después de décadas de haber soportado toda una vida en común.
Así Poli, el Gringo, la Negra, Titi, Lucho, el Chiqui y Yiyi se irán presentando honestamente con todas sus virtudes y también con sus miserias, con sus conflictos, sus oscuridades y con aquellas rivalidades que los ha unido durante toda la vida. Hay celos de por medio, cuentas pendientes y emociones a flor de piel, sumado a un secreto familiar que se irá develando a medida que se vaya desarrollando la historia.
Cada hermano tendrá una mirada particular sobre el pasado, cada uno llevará su propia historia a cuestas, aparecerán sus frustraciones, sus desencuentros y el conocimiento profundo que surge con sólo mirarse a los ojos. Con sus errores y sus aciertos, cada uno lucha por esa necesidad de ocupar un lugar en esa constelación familiar que los convoca: el hecho de ser aceptados y de pertenecer, Aún con todas sus diferencias, el alma familiar se hace presente y los convoca para un momento tan duro de resolver como es el deterioro de nuestros propios padres, un momento crucial de enfrentarnos a la orfandad y a las pérdidas.
En su dramaturgia, Ribeiro apuesta al humor para desanudar el dolor, para procesar lo que es tan difícil de aceptar y nos pone un espejo gigante en donde vernos reflejados en cada detalle, en cada situación, en cada línea de diálogo. El texto es un completo acierto tanto en el tono como en la forma: sencillo y directo, contundente y preciso, sumado a una puesta en escena absolutamente novedosa que se va enriqueciendo con las diversas formas en las que el propio texto se deconstruye.
No apela exclusivamente al típico monólogo sino que articula diferentes formatos, toma riesgos, y gana en la utilización innovadora y creativa del mapping como forma narrativa, proyectando diferentes referencias por sobre la tela detrás de cada protagonista, en un impecable trabajo de precisión llevado a cabo por Euge Choque, junto al diseño 3D y la escenografía minimalista de Demián Ledesma Becerra (sobresalientes las escenas de charlas de whatsapp entre los hermanos y la planificación de los días de visita a los padres).
Con un elenco homogéneo y equilibrado “BROTHERHOOD” conforma un interesante trabajo coral en donde cada personaje es una pieza fundamental de la acción, con un aceitado timing para lanzar el texto en el momento preciso. Todos tienen su momento de lucimiento aunque los trabajos más notables son los de Julia Funari como Poli (la que intenta estar en todo, un poco como control, un poco para sentirse incluida) y María Forni (como la Negra, la preferida del Padre) en otro gran trabajo junto a Ribeiro –tienen actualmente en cartel “Lo que vendrá” de Fede Marrale, en el Nün-.
Para el cierre, este secreto se irá develando, ciertas heridas se van sanando, cada uno irá ocupando un nuevo espacio y como suceden en las mejores familias: hay que barajar y dar de nuevo.
“BROTHERHOOD”
De Anahí Ribeiro
Con Sebastian Femenia, María Forni, Julia Funari, Bárbara Majnemer, Carlos Marsero, Ingrid Mosches, Mariano Sacco
DUMONT 4040 – Santos Dumont 4040 – CABA
Miércoles 20 horas