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Por Marcelo Cafferata

Es notable la cantidad de propuestas que tiene nuestra cartelera porteña en todos los géneros, incluso la gran variedad de ofertas en musicales. Buenos Aires es una de las ciudades que ha sabido tener dentro de sus marquesinas a grandes éxitos probados en Broadway e inclusive generar una importante movida dentro de los espacios más independientes.

Precisamente en propuestas más alternativas han surgido trabajos sumamente interesantes, con identidad propia, que no responden a ningún formato importado entre los que podemos destacar, entre tantos otros ejemplos de “La desgracia“, “Lo quiero ya! “,  “Mamá está más chiquita“ o algunos de los espectáculos dirigidos por la talentosa Valeria Ambrosio, siempre teniendo como norte uno de los pioneros de este género como fue Pepe Cibrián Campoy.

El estreno de “REGRESO EN PATAGONIA“ es un espectáculo deslumbrante que combina la majestuosidad de los musicales de las mejores capitales del mundo con un equipo totalmente argentino desde el libro, las canciones, la puesta artística y musical como todo el equipo técnico.

Un escritor que intenta publicar su nueva novela mientras está atrapado en el mercado editorial trabajando como periodista, en plena jungla de cemento (Fernando Dente) recibe el llamado de un amigo (Nahuel Pennisi), quien lo invita a su casa en la Patagonia frente a la noticia de su próxima paternidad. Coincidentemente con una búsqueda personal y sin pensarlo demasiado, acepta la propuesta y emprende un viaje a la Patagonia, que será la excusa para bucear en su interior.

Será un viaje de introspección, que lo modificará por completo y gran parte de ese cambio, será obra del encuentro con un joven (Franco Masini)  que también dice estar en búsqueda de un amigo y será quien lo acompañe en el trayecto desde su llegada hasta encontrar la casa de su amigo, compartiendo experiencias y enseñanzas.

Basado en “El regreso del joven príncipe” de Alejandro G. Roemmers, que ya había conocido una versión anterior (en el Lola Membrives con Patricio Arellano y Lula Rosenthal en el elenco), ahora se estructura con una concepción completamente diferente, con la evocación de los personajes de Saint-Exupéry de una forma particular en la que se sorteen todos los problemas de derechos de sus herederos.

Justamente este personaje que propone un mundo mágico y con cierto misticismo, que evoca ese universo de Exúpery, es el único “talón de Aquiles” que puede encontrarse dentro del espectáculo. El personaje de Massini, llamado justamente Príncipe, es un compendio de citas filosóficas que intentan transformar el alma de este escritor contrariado en un artista conectado con su búsqueda interior. Dentro de esta historia que juega con la fábula y la fantasía, el personaje peca de constantes subrayados y se nutre de frases pretendidamente profundas pero qué terminan siendo lugares comunes.

Salvando este detalle, el espectáculo que dirige Sebastián Irigo es absolutamente deslumbrante y aprovecha todos los beneficios de la tecnología para hacerlo jugar a su favor. Los rubros técnicos están puestos al servicio de la historia e impactan de lleno al espectador con una producción de altísimo nivel y con pantallas led que interactúan en forma permanente con la historia y que van permitiendo construir diferentes escenarios.

El trabajo de Maxi Vecco, encargado del diseño de los videos y de la dirección de arte es realmente de un nivel de precisión y una propuesta estética que puede competir con cualquier musical internacional junto con la escenografía, el vestuario y la iluminación en los que se nota un nivel de precisión extremo. La puesta integral se apoya en un notable desempeño de la orquesta dirigida por Javier López del Carril y las coreografías de Vanesa García Millán de gran impacto en los cuadros en los que se luce todo el elenco en escena.

Además de la excelencia en los rubros técnicos, “REGRESO EN PATAGONIA” se destaca por un sólido elenco: en los roles de reparto se lucen Laura Esquivel, Iñaki Aldo y una Cande Molfese adicta a las redes sociales y sobresalen los brillantes trabajos de Karina Hernández que aporta una cuota de humor y delirio,  junto con Roberto Peloni, que brilla en sus tres composiciones, pero tiene un particular lucimiento en su rol de operadora turística que permite un personaje disparatado a cargo de uno de los cuadros musicales más completos de la obra: un gran Peloni-show absolutamente disfrutable.

En su debut en una obra musical con texto, Nahuel Pennisi aporta un personaje cálido y sereno y emociona con sus canciones y su presencia en escena con hermosos duetos con Esquivel y un muy buen ensamble con Fernando Dente.

Desde su participación en “Despertar de Primavera” y “Casi Normales”, Dente toma cada vez mayores desafíos y luego de su paso por las propuestas infantiles de “Peter Pan” y “Alladin”, brindó  una brillante performance en “Kinky Boots” y en “REGRESO EN PATAGONIA” vuelve a reafirmarse como uno de los artistas más completos sobre el escenario.

Dente puede con su voz llevarnos por los registros más melódicos y tiernos, hasta aquellos tramos en los que su melodía alcanza a conmovernos y sumergirnos de lleno en la magia de la historia. Un verdadero todo-terreno, actúa, canta y baila y domina la escena como uno de los mejores de su generación y la puesta de Irigo le da la posibilidad de explotar todo su potencial y robarse los aplausos de una sala que agradece de pie, la excelencia de un show que, además, puede disfrutarse enteramente en familia.          

“REGRESO EN PATAGONIA”

Libro y letras: Gastón Cerana – Alejandro Roemmers

Dirigida por Sebastián Irigo

Con Fernando Dente – Franco Masini – Nahuel Penissi – Roberto Peloni – Karina Hernández – Laura Esquivel – Iñaki Aldao – Cande Molfese

TEATRO METROPOLITAN SURA  – Avda. Corrientes 1343 – Jueves/Viernes/Sábados a las 20:30 / Domingos 19:30 horas.

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