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Por Marcelo Cafferata

La nueva propuesta presentada en el Festival de Sitges y que puede disfrutarse por Paramount+ permite revisitar cuatro antológicos capítulos de “Historias para no Dormir”, la serie de Narciso “Chicho” Ibáñez Serrador que fue furor en España a finales de los ´60 y se extendió hasta principio de los ´80.

Rodrigo Cortés (“Enterrado” con Ryan Reynolds y “Luces Rojas” con Robert de Niro y Sigourney Weaver) tiene a su cargo la nueva versión de “LA BROMA” el capítulo que, en su versión original, había sido protagonizado por el icónico Narciso Ibáñez Menta, una de las figuras más vinculadas con el género del terror y el suspenso.

La versión original se  aferra mucho más a los elementos del cine fantástico que tienen como propuesta central todas las historias de este ciclo y llama la atención por la construcción de una figura femenina fuerte, con temperamento y decisión. Para su propuesta, Cortés, en cambio, con algunos nuevos giros en el guion, trabaja una figura femenina más tradicional y aborda la historia desde el costado del suspenso, planteando un formato más ajustado a un thriller.

La historia es la de un empresario exitoso –amante de las bromas que desvalorizan y  menosprecian a sus empleados y familiares- que se ve traicionado por uno de sus empleados de confianza cuando se evidencia que están faltando fondos en su empresa. Pronto sabremos que además de estar estafándolo económicamente, también lo está haciendo a nivel personal dado que tiene un affaire con su esposa.

Aun con algunas vueltas de tuerca demasiado convencionales, “LA BROMA” trata de lograr un final con golpe de efecto, pero la fuerza de la propuesta se basa en una cuidada estética en donde se destacan todos los rubros técnicos y por sobre todo en la solidez de su terceto protagónico. Eduard Fernández, Nathalie Poza y Raúl Arévalo que brindan tres trabajos precisos e interesantes para esta historia noir de traición y dudosos valores morales.

Comparado con el capítulo filmado para la primera temporada del ciclo, aquí el guion sabe adaptar la historia a nuestros días pero la extiende demasiado y sobre todo, le quita la negrura del original que la hacía tan atractiva. De todos modos, el trabajo de Cortés tanto en la dirección como en el guion se mueve en un estilo discreto pero sumamente acertado logrando un buen inicio para esta nueva versión de una serie pionera en el arte de inquietar a los espectadores.

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