Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Santiago Zapata.

2. 16-12-19

Estuve mencionando palabras que son muy abarcativas. Como la vida, el amor, la amistad, el sentir, la locura, etc. Creo que todo eso tiene que ver con la actuación. Por lo menos hay algo de eso que yo veo en la actuación y que intento impregnarle.

Creo que hay algunas cosas que no se pueden separar.

Pienso que cuando uno actúa inevitablemente se transforma en una mezcla de cosas. Pasan muchas cosas por el cuerpo y por la mente. La cabeza es un elemento de doble filo. Es una de las herramientas más necesarias, porque hay momentos donde hay que pensar, y mucho. Es el gran aliado de uno, pero puede ser al mismo tiempo quien te traicione y te lleve a lugares que no son los ideales.

Cuando la cabeza se mete en el medio, es como si cortara un impulso genuino del cuerpo y del sentir que es el que te lleva a “la actuación”, entonces, se empieza a ver al actor detrás pensando, y “la actuación” adquiere fisuras. Con esto no estoy diciendo que está mal o está bien. No estoy emitiendo juicio de castigo para quien lo haga así. A muchos actores les sirve poner la cabeza primero y obtienen buenos resultados.

A mí me sirve poner la cabeza primero en determinados momentos. Quizás los más técnicos, los que conlleven una coreografía donde estén involucradas muchas personas y haya especificaciones técnicas con la cámara, desplazamientos, etc. Es imposible no usar la cabeza.

Yo pienso todo el  tiempo. Cuando estoy filmando, y cuando no. Pienso en lo inmediato que me toca hacer, en lo que hice o en lo que me va a tocar hacer. Muchas veces me engaña a mí mismo. Termino renegando conmigo por no haberme permitido parar la cabeza cuando había que pararla, para poder estar en el presente, en el lugar que hay que estar. De verdad, ahí.

¿Vieron cuando alguien nos dice que vivir se trata de disfrutar el camino, el presente y que lo que ya pasó, es parte del pasado y no se puede modificar y que lo que va a venir tiene que ver con el futuro, nadie lo conoce con exactitud y no se lo puede predecir? Bueno, creo que con actuar pasa más o menos lo mismo. Pega en el palo.

Pienso que si el objetivo o la idea que, por lo menos por el momento tengo, es acercar la actuación a la vida, hay que lograr que la actuación se llene con las cosas de la vida, con lo que pasa en nuestra vida, con lo que sentimos día a día. Por eso hay días que uno se siente que puede más y otros que puede menos, porque uno está atravesado por la vida y lo que pasa en el día a día, y eso, en menor o mayor medida, es llevado a la actuación.

Hay que trabajar y entrenar mucho para poder estar alerta y listo para poder separar rápido. No es cuestión tampoco de que si te tocan bocina fuerte, no puedas hacer la escena que haya que hacer porque no podes concentrarte. No estoy diciendo eso.

Un actor o actriz tiene que ser eficiente y veloz para ubicarse donde hay que estar. Los sets o rodajes en sí, pocas veces tienen tiempos para poder bajar un cambio. Es parte del entrenamiento del actor o actriz saber cómo y cuándo hacer lo necesario, para poder llegar muy concentrado y listo para dejar todo.

Es proceso. Todo el tiempo. Es proceso que tiene que ver con el camino. Es más de disfrutar el proceso, que lo otro, después viene solo.

Compartir en: